Asma, una de las 5 enfermedades respiratorias crónicas
El 25 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Pulmón, uno de nuestros órganos vitales, y que en algunas personas se vió recientemente afectado por la pandemia del COVID-19, la epidemia de influenza, y por el asma, entre otras enfermedades.
Para la presentación sobre los avances en la investigación de tratamientos contra el asma, una de las cinco enfermedades respiratorias crónicas más comunes en el mundo, que pone en riesgo la función del pulmón, se realizó previamente una práctica de senderismo, para identificar el proceso de la respiración.
El asma es considerada como una enfermedad grave por la intensidad y duración de sus síntomas respiratorios. Sin embargo, la buena noticia para las personas con esta afección, es que pueden tener una vida normal con la asesoría de un alergólogo o inmunólogo, quién indicará el tratamiento adecuado para el control de la enfermedad, que a veces se acompañan de ejercicios de rehabilitación respiratoria.
El Dr. Said Arablin Oropeza, gerente médico de Inmunología de Sanofi, observó que destacó la importancia de que los pacientes con asma puedan controlar sus síntomas a largo plazo, ya que está estrechamente vinculada a la salud pulmonar, afectando a 339 millones de personas en todo el mundo y a 8.5 millones de mexicanos.
“Dado que el asma causa síntomas respiratorios como sibilancias (ruidos en el pecho), dolor de pecho, opresión y tos, suele confundirse con otras afecciones comunes de las vías respiratorias, principalmente infecciosas, por lo que se retrasa el diagnóstico correcto y los pacientes reciben antibióticos de manera innecesaria”, señaló el especialista.
La clave es anticiparse, ya que se ha observado que los primeros síntomas pueden presentarse desde la infancia, afectando al 12% en niños a nivel mundial.
Además de afectar la función pulmonar, el asma trae una fuerte carga emocional, pues según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma ha provocado la pérdida de 24.8 millones de años de vida por la discapacidad que puede ocasionar y ocupa el puesto 16 entre las principales causas de años vividos con incapacidad.
El Dr. Arablin explicó que “los periodos de deterioro conocidos como crisis o exacerbaciones pueden afectar significativamente el ámbito emocional y social tanto de niños como de adultos. Por ello, tener el asma bajo control significa que la enfermedad no debe interferir en la vida diaria del paciente y pueda hacer actividades normales: realizar deporte, dormir toda la noche con tranquilidad, tener pocos o nulos síntomas en el día”.
“Afortunadamente, los agentes biológicos representan una innovación importante en el tratamiento de enfermedades cuyo origen es la llamada inflamación tipo 2, como el asma moderada a grave, y en donde estas innovaciones evitan el daño pulmonar y disminuyen el riesgo de crisis fatales”, agregó el Dr. Arablin.
Aclaró que esta respuesta del sistema inmunitario, conocida como inflamación tipo 2, también puede aparecer en diferentes partes del cuerpo y manifestarse con diversos padecimientos, como la dermatitis atópica, poliposis nasal y rinitis alérgica.
La detección temprana es esencial, principalmente en pacientes con antecedentes familiares de enfermedades alérgicas, que tienen más riesgo de padecer alguna de estas comorbilidades de manera simultánea.
“Conscientes de que las personas con asma recuperen su calidad de vida, Sanofi se ha dado a la tarea de entender las conexiones de la inflamación tipo 2. Por ello, la medicina de precisión supone una herramienta clave para su abordaje y hoy podemos decir que, en la edad escolar, hasta el 80% de los asmáticos puede tener una función pulmonar normal y en la edad adulta evolucionar de manera positiva. Esta es la razón por la que apostamos por fomentar el bienestar pulmonar a través de innovaciones que permitan tener el asma bajo control.”, finalizó el especialista.