Los seres humanos somos gregarios por naturaleza, por lo tanto, un/a líder humanista es social. Sabe que necesita de los demás para florecer en lo individual y en lo colectivo, y que no podría lograrlo en soledad. Utiliza su carisma con congruencia filosófica, asertivamente y lo pone al servicio de la comunidad. Entiende que la sociabilidad es una oportunidad para desdoblar su potencial y a partir de ello hacer el bien.