Si queremos romper con la predicción de Malthus y hacer frente a la creciente demanda global de alimentos, primero debemos solucionar el desafío de producir más con menos, y para ello, necesitamos comenzar por practicar una agricultura sostenible.
Siempre he mantenido que el marketing social debe de ser cercano a las personas, porque son ellas (nosotros) las que mueven el mundo. Y si el mundo se para, el marketing, las marcas, las organizaciones…también.