Beneficios del juego para los niños
Tras una alianza estratégica, las psicólogas de Neuroingenia, voceras de la marca Build-A-Bear, compartieron algunos de los beneficios que los peluches pueden dar a los niños pequeños durante su crecimiento; en especial el cómo expresar sus sentimientos y canalizar sus emociones.
Las especialistas en psicología clínica para adolescentes y niños, Regina Ojeda y Erika Proal, directoras de Neuroingenia, compartieron que los niños pequeños viven y experimentan las emociones con mucha intensidad, por lo que les resulta complicado estar en control de las mismas e intentar expresarlas adecuadamente. Esta característica tan particular de los menores, se debe a que todavía no cuentan con la capacidad para reconocer por sí mismos lo que sienten; ya que para ellos resulta muy difícil poner en palabras lo que experimentan, incluso cuando ya han adquirido el lenguaje. Sin embargo, esto no implica que los niños no puedan expresar sus sentimientos; esto únicamente señala que utilizan otros medios para comunicarlos.
El juego es la principal herramienta que los pequeños utilizan para aprender sobre su mundo. Al observar a un niño jugando podemos deducir su estado de ánimo, sus preocupaciones actuales, e incluso a veces, episodios de su historia personal. Es por ello que a través del juego, los pequeños comunican lo que sienten, lo que piensan e intentan plasmar su realidad para que les sea más fácil comprenderla.
De la misma manera, los niños tienden a crear con gran facilidad un intenso vínculo afectivo con sus peluches; por sus cualidades de suavidad, ternura y proximidad, provocan que los niños se acerquen a ellos y formen relaciones estrechas, convirtiéndolos en compañeros de juego y amigos inseparables. Estas razones nos motivan a pensar que un suave y tierno oso de peluche es quizá la mejor herramienta para acercarnos a la vida emocional de nuestros hijos. Bastará con observarlos jugar durante algunos minutos al día para comprender más sobre su mundo interno tan enigmático.
Por esta razón, el tener a un peluche en casa con el que los pequeños se logren identificar, no solamente permitirá que puedan comunicarse a través del mismo, sino que ayudará a los padres a conocerlos en un nivel que nunca antes hubieran pensado.
Incluso, en el momento de juego, un padre realizar preguntas como ¿cómo se siente el osito?, ¿a tu coneja le gusta cuando tiene que ir a la escuela?, ¿cómo se sentiría tu caballito si le dijera que vas a tener un hermanito?, etc. y de esa manera ver inmediatamente cómo los pequeños responden por su peluche, utilizando sus propias emociones para rellenar los espacios vacíos. Es una manera menos amenazante de acercarse a un hijo, que hacer las preguntas en forma directa.
Los amigos de peluche de Build-A-Bear cuentan con características que les permiten ser un juguete ideal para la proyección emocional de los pequeños ya que son juguetes sin instrucciones y sin una estructura fija, por lo que para poder jugar con el peluche, el niño o la niña tendrán que utilizar partes de su propia historia o de sí mismos para lograrlo.