El arduo camino: de productos rosas a productos para mujeres
Nielsen revela el estudio Wise Up to Women: para 2028 las mujeres serán las dueñas del 75% del gasto discrecional en el planeta, lo que las convertirá en las personas más influyentes del mundo.
En México, al igual que en la región, las mujeres han aumentado sus niveles de educación, su participación en puestos de trabajo de mayor responsabilidad y su presencia en cargos políticos, además, se ha trabajado mucho por mejorar su acceso a políticas y programas de protección social. Sin embargo, a pesar de estos avances, en todo el mundo las mujeres aún soportan una mayor parte de las cargas domésticas, se sienten menos seguras financieramente y todavía se enfrentan a serias barreras en lo que respecta a la igualdad.
El Foro Económico Mundial estima que tomará 74 años cerrar la brecha económica de género en América Latina y el Caribe.
En promedio, alrededor del 80% de las mujeres mexicanas dice que tiene la responsabilidad compartida o principal de las compras diarias, las tareas domésticas, la preparación de alimentos y el cuidado de los hijos o familia. Significa que las mujeres tienen demandas adicionales cada semana y menos tiempo para satisfacerlas.
Productos rosa vs. conveniencia, salud y transparencia
Mientras cada vez conocemos más historias reales de mujeres y niñas fuertes, también notamos que existen marcas que aún creen que la manera de reconocerlas es a través de la versión rosa de sus productos, desde categorías de limpieza hasta botanas, y muchas veces a mayor costo. La pregunta es si estas versiones de productos de género son lo que las mujeres quieren, pero sobre todo lo que necesitan. En muchos mercados en el mundo ya se cuestiona esta práctica conocida como el “Impuesto Rosa”.
Lo que las mujeres buscan son más formas de ayudar a equilibrar sus vidas excesivamente complicadas, evidenciando la necesidad de soluciones convenientes que reduzcan el tiempo que ocupan completando las tareas diarias. En México, más del 50% de las mujeres dice que una ubicación conveniente de la tienda es un factor muy influyente a la hora de decidir dónde comprar. La creciente expansión y diversificación de formatos de tienda pequeños en la región es evidencia de la necesidad de proximidad de las mujeres.
Las marcas también pueden ayudar a las mujeres simplificando su vida diaria y resolviendo sus necesidades a través de productos y servicios que representen la realidad de sus causas y los malabarismos de cada día. Esto las convierte en una de las mayores oportunidades para desarrollar tecnologías y servicios orientados a hacer su vida más fácil.
El comercio electrónico es otra clara solución, y aunque está en sus primeras etapas, hoy en día 24% de mujeres en México ha comprado productos frescos en línea y continúa en la búsqueda constante de experiencias de compra sin riesgos, sin sacrificar la comodidad y a un precio que está dispuesta a pagar.
Esta es una invitación abierta a las marcas para que desafíen los estereotipos sexistas y creen productos que den prioridad a las necesidades de las mujeres, en lugar de a las expectativas de la sociedad.
A pesar de las presiones financieras, laborales y de tiempo, las mujeres quieren vidas más saludables para ellas y sus familias. En toda la región, y especialmente en México, la obesidad infantil es una preocupación creciente, y más de la mitad de la población tiene sobrepeso. Las mujeres están a la vanguardia en esta lucha por una mejor salud, y casi todas, 98% de las consultadas en México, dicen que quieren cambiar sus hábitos.
Son las responsables de la mayoría de las compras en el hogar y están dispuestas a gastar más por productos mejores para ellas, para sus familias y para el mundo. Tienen una mentalidad de salud y bienestar. En la región están extremadamente preocupadas o muy preocupadas por el cambio climático (87%) y el uso de pesticidas (80%) en comparación con 74% y 68% de los hombres respectivamente.
Las mujeres en nuestro país examinan más los productos en el anaquel que los hombres, lo que significa que aquellos que sean abiertos sobre su origen y sus procesos de producción tienen más probabilidades de ganar. 64% considera que los ingredientes locales, la forma en la que se fabrican los productos y las recomendaciones del personal en tienda son muy influyentes en la decisión de probar marcas nuevas. 70% dicen estar dispuestas a pagar un precio premium por productos con ingredientes orgánicos y naturales.
También es más probable que las mujeres en México compren productos amigables con el medio ambiente (6 de cada 10) y aquellas marcas de compañías que apoyan activamente las causas ambientales (8 de cada 10).
Productos que hablen sobre la mujer y el hombre de hoy
A pesar de los cambios notables, el sesgo de género en la publicidad moderna de productos de consumo masivo sigue siendo común. El 60% de las mujeres de la región considera que la publicidad y el empaque de los productos deberían reflejar mejor a los hombres que ayudan con la crianza de los hijos en comparación con el 54% de los hombres. Los estereotipos que podrían haber sido aceptables hace unos años ahora provocan un rechazo, agobiando aún más a las mujeres y desanimando a los hombres a comprar o usar un producto.
Las marcas que lo están haciendo bien, ya sea a través de la responsabilidad social, la sostenibilidad, la salud o la conveniencia, seguirán ganando espacio entre las mujeres y contribuyendo efectivamente a la equidad. Es decir, los productos y su comunicación deben respaldarse en una verdadera comprensión de las necesidades de una mujer y reflejar su realidad en la pantalla, en el anaquel y en la tienda.