Informe “Hacia una economía sin contacto”
El confinamiento y distanciamiento físico por la pandemia del COVID-19 aceleraron las tendencias hacia una economía sin contacto y se espera un fuerte dinamismo para los próximos años.
BBVA México presentó el Informe “Hacía una economía sin contacto” que retrata el impacto que ha generado la pandemia del COVID-19, y cómo la economía sin contacto no solo se convirtió en una herramienta coyuntural para la continuidad de algunas actividades económicas durante la contingencia, sino como un medio que, una vez utilizado, formará parte de la nueva realidad de una sociedad con y sin contacto. A continuación presentamos una parte del estudio, la relativa a la inclusión digital.
De acuerdo con el estudio, el concepto de la economía sin contacto son aquéllas actividades que se realizan sin que exista un contacto físico entre las personas. Particularmente, el término cobra más relevancia cuando se analizan las transiciones de diversas actividades y sectores económicos que tradicionalmente se hacían con contacto físico de personas hacia modalidades o sustitutos sin contacto. Y todo dentro de un contexto continuo de cambios tecnológicos, culturales y sociales, así como con un fuerte impulso debido a la pandemia.
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Se menciona que la inclusión digital se está haciendo principalmente a través de los datos móviles. En el 2019 en México habían 15.4 suscripciones a banda ancha fija por cada 100 habitantes. Ascendieron las suscripciones a banda ancha móvil a 77.5 por cada 100 habitantes. Pese al crecimiento de la inclusión digital, persisten importantes brechas en el acceso a Internet en el país: 91.3% de los jóvenes de 16 a 24 años ha usado la red de redes y entre la población de 55 a 74 años, solo 40.5% en 2019. En lo que se refiere al género, la brecha diferencial es de 2.9 puntos porcentuales: 74.5% de los hombres usaba Internet y las mujeres 71.6%. En el ámbito urbano 73% de las personas utilizan Internet y en el ámbito rural sólo 41%. Es posible que las empresas y personas que tengan mayores recursos y habilidades digitales puedan sortear mejor el complicado escenario provocado por la pandemia.
Derivado de la contingencia de salud mundial, la gente ha tomado mayor conciencia sobre las medidas de limpieza e higiene, por lo que han usado menos billetes y monedas, y han realizado más pagos digitales. De acuerdo con el estudio “Hacia una economía sin contacto”, en México entre marzo y julio de 2020 el valor de los billetes y monedas en circulación en poder del público creció 17.7% con respecto a los mismos meses de 2019, para julio habían MN$1.7 millardos en billetes y monedas en circulación.
Los datos señalan que el retiro de efectivo en cajeros automáticos disminuyó. Entre abril y agosto de 2020, cayeron 21.4% las operaciones para retirar dinero en cajeros automáticos, y el retiro promedio pasó de 2 062 a 2 300; es decir, creció 11.6% en comparación con el año anterior. Es posible que, debido a factores de precaución aumentará la tenencia de efectivo entre la población; pero el dato de menores retiros de efectivo en cajeros automáticos puede estar relacionado con una menor actividad económica y posiblemente menos uso de efectivo para transacciones.
En los últimos meses se observa un crecimiento de los medios de pago sin efectivo y/o sin contacto. Pese a las condiciones económicas, en los meses de julio y agosto, el monto total pagado mediante tarjetas de débito aumentó en promedio 6.5%, con respecto al año pasado. De acuerdo con el Banco de México, en este mismo periodo las transferencias por Cobro Digital (CoDi) superaron los MN$ 100 millones mensuales; mientras que entre junio y agosto crecieron en promedio 62.7% las operaciones de transferencias interbancarias por SPEI, con respecto al año pasado, llegando a más de 92 millones de operaciones en el mes de agosto.