Cómo viven y qué hacen los niños en México 2021
Por Pablo Durañona, Head de Marketing & Communications en Kids Corp
Si bien las fechas indican que aún estamos en tiempos de COVID-19, el tiempo recorrido es suficiente para saber que los consumidores han modificado hábitos y costumbres. El último año fue una bisagra, y de manera natural, se fueron estableciendo las bases para una nueva era, en la cual los niños y adolescentes son importantes agentes del cambio.
En el contexto actual, las pantallas fueron (y son) la principal fuente de exploración, entretenimiento y educación para los menores. La Generación C, conformada por niños y adolescentes más resilientes, más sensibles, más creativos, pero también más ansiosos, más depresivos y más escépticos, deja 5 grandes tendencias y aprendizajes para comprender cómo viven y que hacen:
- CEO’s del hogar: Los niños y adolescentes se convirtieron en los Chief Entertainement Officers de las familias. La conectividad transformó a los menores en influenciadores y decisores de las compras del hogar.
- Eventos “onlife”: Desde cumpleaños hasta ceremonias de graduación se recrearon en plataformas digitales. Las plataformas de streaming aumentaron su tráfico (+65%), y niños y adolescentes se adaptaron a compartir juntos pero a la distancia.
- Edutainment: Más plataformas de contenido educativo para todas las edades. YouTube se consolidó como el aliado en la búsqueda por aprender y descubrir junto a amigos y familiares. Pasamos del do it youself (DIY) al do it together.
- Visión glocal: Conscientes de lo que pasa desde su barrio hasta en otras partes del mundo. Medio ambiente, racismo y crueldad animal aparecieron en el top de sus preocupaciones. Que una marca sea eco friendly, cruelty free y ética, es significativa para los niños.
- Metaverse: Los niños resignificaron el sentido de comunidad como consecuencia de no poder hacerlo en persona. El “metaverso” es el universo virtual con componentes de la vida cotidiana: es donde la conversación sucede, las ideas fluyen y la diversión se comparte.
El último año ha sido muy difícil de transitar para los niños y adolescentes, ya que no pudieron juntarse con sus amigos durante muchos meses, casi no tuvieron actividades sociales como salir a restaurantes, cines, parques o playas y visitar familiares quedó relegado.
El Día del Niño 2021 nos encuentra ante un gran desafío que proponen los niños y adolescentes, a través de sus nuevos roles y comportamientos. Es una gran oportunidad para comprenderlos, acompañarlos y cuidar de ellos.
Los adultos tenemos que asumir la responsabilidad de educarnos y estar cerca de los niños en sus conexiones a internet, para garantizar que sean experiencias seguras. De acuerdo al Kids & Teens Industry Report I LATAM 2020*, en México, el 92% de los niños se conectan diariamente a internet a través de diferentes diapositivos, de los cuales el 81% lo hace mediante un smartphone. Esta facilidad con la que acceden a los contenidos que les gustan, acarrea consigo un gran problema: el 89% afirma tener preocupaciones relacionadas con su seguridad al conectarse.
En el mismo informe, se destaca que los adolescentes son más conscientes de los peligros cuando están online, les preocupa su privacidad, el cyberbullying, el ser espiados y las personas o compañías que utilizan sus datos. Esto podría deberse a que están más informados de los peligros en Internet o que son usuarios más frecuentes de redes sociales. A los niños más pequeños les preocupa más ver contenido inapropiado y pasar demasiado tiempo en Internet, algo que sin duda también alerta a sus padres.
A medida que los niños van creciendo, disminuye el tiempo de conexión en compañía de un adulto. Ante esta situación, el riesgo es mayor, ya que ningún mayor puede prevenir ni intervenir en los vínculos creados por los menores ni en sus interacciones. En México ya son 28 los estados que aprobaron la Ley Olimpia contra el ciberacoso.
Los adultos pretenden muchas veces que las redes sociales o “el sistema” cuide a sus niños menores. Si bien es muy importante que se establezcan controles de supervisión y un marco jurídico ágil y eficiente para minimizar los riesgos, sabemos que la educación empieza en cada hogar. El principal problema es la falta de entendimiento de los adultos sobre la temática.
Esta concientización no solo es necesaria, sino que es un deber de todos los adultos para proteger a los niños. Su seguridad en las redes sociales depende, en primera instancia, de los padres o mayores que estén a su cargo.