Ducati Monster, "rigorosomente naked"
Por Eduardo Jiménez @lalo_rider Fotografía: Ducati México, colaborador de motociclismo para Motors & Me y Oscar Sanabria.
La roadster más popular de todos lo tiempos, y de hecho, fundadora del segmento que hoy conocemos todos como naked, regresa reestructurada y afilada para ser una compañera mucho más ágil y amigable que nunca.
Como lo has podido leer en el título, por allá en los años 90’s más específicamente, en 1993 así Ducati Italia anunciaba la Monster al público, ya que entonces, concebir la idea de una moto deportiva que careciera de carrocería o carenado, era una premisa bastante rara de hecho y en efecto, su connotación fonética no dista de su traducción al español: Estrictamente desnuda. Todo toma origen en 1992 cuando Miguel Angel Galuzzi, entonces diseñador industrial de Ducati, aprovechó la base de la entonces todo poderosa 851 Superbike y plasmara en su lienzo una motocicleta sin carenado, minimalista, compacta y con una decorativa que se resumía en el faro frontal, depósito y arquitectura general, una belleza sinigual.
Esta “desnudez” que dejaba expuesto al motor Supersport Desmodue de 903 cc envuelto por el casi artesanal chasís Trellis daba un resultado muy radical, tanto así que el entonces Director Técnico de Ducati, Massimo Bordi, al verla por primera vez, solo pudo exponer: ¡Es un monstruo! Adoptándose así la hoy popular nomenclatura.
BACK TO THE ORIGINS
Hoy, la Monster se ha reestructurado en su práctica total, pero preservando su esencia. Lo primero que a muchos de sus seguidores llama la atención recae en su estética, donde brinca la ausencia de dicho chasís tubular, y esto, aunque pueda sonar confuso u opuesto a la tradición, en realidad se trata de retomar su base coyuntural ¿Cómo? Con un chasís Frontal de aluminio inspirado en el mismo desarrollado para la actual Panigale V4, la motocicleta de mayores prestaciones dinámicas en el catálogo actual de la firma, el objetivo amplificar y mejorar la experiencia de manejo deportivo.
Mecánicamente se preserva la tradicional arquitectura en “V”, pero en lugar del conocido 821 cc, hoy adopta el Testastretta 11° de 937 cc que hoy podemos ver y disfrutar en otros ejemplares como las Supersport, Hypermotard 950 o bien, Multistrada 950, una decisión muy acertada, no solo por el hecho de portar un motor bien probado y evolucionado, sino por la sencilla razón de colocarse como la mecánica más confiable de Ducati, y que gracias a la transversalidad de su aplicación, sabemos que su comportamiento no deja vacíos en sensaciones. Entrega una potencia de 111 hp y torque de 93 Nm, con curvas menos separadas y mucho más lineales, esto, en términos prácticos, permite disfrutarla en ambientes diversos, como ciudad, carretera, autopista e incluso, circuito. En papel, todo se lee muy bien y a priori, pareciera que se trata de toda una revolución para la Monster, pero, ¿Realmente será así?
MANOS AL MONSTRUO
Recientemente tuvimos la oportunidad de estar frente a los mandos de la nueva Monster, y, a diferencia de aquel primer ejemplar nuestra primera impresión visual distó mucho de ver una criatura monstruosa. Por el contrario, hoy la naked italiana luce más afilada y compacta que nunca, sin perder esa esencia minimalista. Como es costumbre, el faro sigue apareciendo sin mayor decoración que la luz perimetral LED de operación diurna y un compacto parabrisas que más bien es un decorativo más allá de brindar protección aerodinámica. El tanque o depósito muestra formas más fluidas, pero más allá de ello, no hay más, tal y como lo dicta la tradición. Sí, hoy tenemos una moto de apariencia que se asocia más a la tendencia japonesa o incluso austriaca, pero que en la práctica, ofrece una experiencia polivalente y amigable a sus mandos, luciendo tan bien en el día y en la noche gracias a iluminación total en ledes.
En lo que refiere a su paquete de innovación, la electrónica toma hoy un papel preponderante, y es que al subirnos, llama la atención el bello instrumento por TFT de 4,3” a color que de inmediato comunica toda la configuración de la moto y estatus general, además, tiene capacidad para mostrar el Ducati Multimedia System, que permite conectar y gestionar llamadas y música desde los mandos pero también, facilita el gestionar fácilmente los tres modos de manejo (Sport, Touring y Urban). Estos se asocian directamente a las intervenciones del control de tracción y el nuevo ABS que hoy ya ofrece asistencia en curva. El resultado: mayor seguridad sin mitigar diversión desde el arranque a punta de un par de botonazos.
La ruta, comenzó en ciudad con rumbo a la Marquesa, desde los primeros kilómetros, notamos de inmediato los cambios en su ciclística, de entrada mucho más ligera y maniobrable (también gracias a los casi cinco kilos que perdió), en tráfico, el nuevo radio de giro nos dejó filtrar sin mayor esfuerzo, pero ya en carretera, sorprende la capacidad para realizar cambios de dirección fulgurantes, trazar y corregir con mayor velocidad y el motor… ágil y brioso cuando lo necesitas, con respuesta en todos sus rangos. Dosificable, excesivamente bajo de vobraciones, con un sonido más bien discreto, ya no tan ronco como antes, pero suficiente pese a la demandante normativa de emisiones Euro 5. En situaciones de tráfico responde a la mínima insinuación y cuando hay que abrir gas, su acelerador electrónico permite convertirse en un botón “On / Off”.
Eso sí, el embrague podría ser más suave y sin dudas, este bicilíndrico en “uve” se calienta rápido, lo notas más en las pantorrillas, muy característico de este tipo de mecánicas, pero con el ventilador apuntando a la pierna izquierda y las mangueras del sistema de enfriamiento del lado derecho, esto se hace notar más. No por ello descalificable, en carretera o en plena marcha, este factor simplemente se esfuma.
La ruta finalmente nos llevó a la terecer etapa de prueba, esta vez tocaba probarla en pista y el Kartódromo “La Sabaneta” y su retorcido trazado nos dejó probarla ‘como Dios manda”. Cambiamos el modo de manejo de Touring a Sport y que buen sabor deja el notar que no es necesario hacer nada más que esto, para saborear sus bondades deportivas. La moto se convierte en una pequeño monstruo, brioso y divertido. Aquí se demuestra la capacidad de este nuevo chasís, sumamente dinámico, que te deja probarla y disfrutarla al máximo, aún llevándola a sus límites. Lo primero, que la Monster ha dejado de ser esa moto física, dura, que exigía manos y experiencia del piloto, dejándote sacar tu lado más salvaje al menor esfuerzo.
Las intervenciones de los asistentes son apenas perceptibles, justo para que solo te enfoques en rodar y vivir la experiencia “Just fun”. Pero, lo que verdaderamente ensalza esta experiencia es poder usar el cambio Quick Shifter, que te permite realizar los cambios sin embrague, como un verdadero piloto de MotoGP sin sacrificar potencia o seguridad y gracias a la IMU (Unidad de medición inercial) que mide cada movimiento de la moto en seis ejes y conjuntamente con el acelerador electrónico RbyW (Ride by Wire), hacen que tu track day se convierta en una gran experiencia.
Aún así, la Monster no deja de ser “juguetona” y de cierta forma, te permite conocer sus límites justo para que aquellos que disfrutan de sensaciones más puristas no pierdan ese ‘feeling’ de salvajismo que solo una moto italiana puede entregar.
Los frenos, actúan de forma impecable, y esto gracias a las pinzas de anclaje radial Brembo M4-32 de cuatro pistones que, asociados al ABS, comunican seguridad y control en todo momento.
MÁS QUE LISTA
La nueva Monster ya está disponible en nuestro país, y llega en dos versiones: Monster y Monster + donde las diferencias más marcadas radican en su estética, con algunos accesorios que acentúan deportividad, pero, para efectos de personalización y performance, Ducati pone a disposición un catálogo de lo más nutrido, donde podremos elegir piezas decorativas, como el skid plate deportivo, sistema de escapes de alto performance firmados por Termingnoni, ya sea completo o terminal Slip-On según cada usario elija en cuanto potencia; wraping stickers y mucho más.
Su precio arranca en los 263 mil pesos, pero desde la versión de entrada, cuenta con todo lo necesario para que puedas disfrutar las prestaciones que una Monster siempre ofrece aunque eso sí, mejor que nunca, y aquí, vale la pena mencionar que el rojo Ducati, vuelve como color insignia.