¿Cuáles serán los desafíos tecnológicos para 2022?
Con el repunte en los contagios por COVID-19, el trabajo híbrido y remoto serán modalidades que continuarán y modificarán el escenario de los equipos de tecnologías de la información y comunicación (IT) de las compañías. Por ello, Progress, compañía especializada en aplicaciones comerciales de alto impacto, realizó un estudio para anticipar lo que podría suceder durante el año.
Uno de los principales problemas que Progress detectó, es que no todas las compañías tomaron las medidas necesarias para la adopción del trabajo remoto, ya que los trabajadores están solos y se conectan a través de redes personales, las cuales son menos seguras que las corporativas. Esta puede ser una vía de entrada sencilla a la red corporativa.
Asimismo, los ciberatacantes no solo tendrán la oportunidad de concentrarse en las redes privadas, sino también en dispositivos como computadoras portátiles y tabletas personales que carecen de seguridad.
Incluso, el Foro Económico Mundial aseguró que los ciberdelitos se ubican entre los 10 principales desafíos a los que se enfrentan las compañías y el Banco Interamericano de Desarrollo advirtió que podrían superar el 1% del PIB en algunos países.
Otro punto vulnerable es el proceso de transferencia de archivos. Las empresas requieren mover archivos sensibles entre socios, clientes, áreas y sistemas, durante el periodo en el que circula esa información están expuestos a los ataques. Por ello, durante 2021, algunas compañías reemplazaron métodos tradicionales de transferencia de archivos, como soluciones Manage File Transfer (MFT). Este tipo de soluciones se caracterizan por brindar seguridad.
Además, Progress estima un incremento de ataques en infraestructura crítica y que el valor de la información tendrá mayor preponderancia que la magnitud de los datos. Por ello, considera que es fundamental elaborar políticas concretas para desarrollar mejores prácticas de cara a este 2022.
“Los problemas de seguridad y cumplimiento surgen cuando las políticas son ambiguas y no están claramente definidas; no deben estar abiertas a interpretaciones ni ser inequívocas. Hacer cumplir las políticas que sean probables, ejecutables, compartibles, confiables y procesables será la máxima prioridad durante el próximo año”, indica el informe.
Conforme las empresas mueven más información y carga de trabajo a la nube, se acelera la necesidad de automatizar la seguridad y el cumplimiento de protocolos. Así, los equipos de TI deberán afrontar cambios continuos en entornos tecnológicos para ateneder sus necesidades.
“El mundo nos obliga a estar más conectados y, al mismo tiempo, a estar más precavidos en términos de seguridad. Necesitamos garantizar nuestra seguridad y también la de nuestros clientes. No es posible esperar reactivamente: hay que estar en evolución y alerta. Que los equipos de negocio y de seguridad caminen de la mano se ha vuelto una necesidad imperiosa”, dijo Francisco Larez, VP de Progress Latinoamérica.