El reto de contar historias significativas y basadas en la verdad

Por Alejandro Motta Nicolicchia*

Basta con voltear a ver las campañas de marketing y publicidad que tienen lugar en la actualidad para darnos cuenta que muchas de ellas intentan conectar con los intereses de sus segmentos clave por medio de temáticas significativas. En este boom de historias y statements relevantes sólo hay un reto: generar un storytelling basado en la verdad, un concepto que puede sonar sencillo pero que pocas agencias lo aplican.

El reto de contar historias significativas y basadas en la verdad
Imagen: Cortesía

«La verdad» en la investigación que desarrollamos las consultoras deben estar relacionarse ofrecer a las empresas diagnósticos reales y profundos, una cosa poco común en el mercado, por cierto. El segundo aspecto tiene que ver con el storytelling, historias reales, verdaderas. En el pasado, muchas agencias y áreas de comunicación divulgaban en sentido de megáfono aquellos elementos de valor corporativo con el propósito de mejorar la imagen de las empresas. Hoy en día, las redes sociales tienen la capacidad de destruir la simpleza de una comunicación llena de elementos tangibles que no apuntan más allá del slogan y de la propia marca, por ejemplo, los valores.

En pocas palabras, no es suficiente contar historias “significativas” que impacten en las personas. Descubrir la mentira detrás de ese relato atentaría directamente con el riesgo reputacional. Cualquier amenaza o peligro en el cambio de percepción de los stakeholders de una marca podría afectar negativamente el éxito de su producto o servicio; incluso, llevar a una marca al fracaso.

La verdad requiere rigor científico y metodológico. Puede que guste o no conocer esa verdad a través de esos dos elementos, pero lo importante es que seguirá siendo eso, la verdad. Mediante recursos de análisis de datos que nos permiten conocer esa realidad, podemos crear y posicionar mensajes de alto impacto que capten la atención de nuestras audiencias.

Esto será de mucha utilidad no sólo para lograr un muy buen storytelling, sino para generar estrategias a partir del storydoing de las empresas, de lo que realmente hacen y los clientes perciben de ellas.

Si somos capaces de conocer a través de datos el estilo de vida de los consumidores y sus preferencias de consumo a detalle y además, apegados a la verdad, optimizamos las estrategias de mercadotecnia con la integración de nuevas dimensiones y herramientas que influyen en las decisiones de los consumidores y mercados objetivos, podemos acercarnos más rápido a los objetivos de negocios.

En un mundo de medios y plataformas digitales donde sobreabunda información, es importante contar con recursos y herramientas que faciliten el análisis de datos para la toma de decisiones, así como planificar rutas de acción y comunicación. Aquí es donde el Big Data y el Data Mining vienen a jugar un rol muy importante en campañas comerciales y políticas, apoyadas por la analítica, pero en aquella que es real y no la que nos gustaría que fuera una “verdad a medias”.

No perdamos de vista que gracias a las tecnologías de aprendizaje automático y la ciencia de datos es posible construir mensajes oportunos en tiempo y espacio inmediato para cierto segmento de personas.

El trabajar con la verdad, que es la que muestran los datos y la investigación, le permitirá a las marcas mantener algo que ningún competidor puede copiar, y es la reputación, el activo intangible más valioso de las organizaciones, y donde la verdad funciona como puerta segura para conquistarla de buena manera.

 

*Alejandro Motta es director general de Thinko Consulting.

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