La incontinencia urinaria femenina tiene impacto psicosocial

 

Se estima que 1 de cada 4 mujeres y 1 de cada 8 hombres en México tienen algún nivel de incontinencia. Y el 56% de quienes lo padecen, no busca ayuda ni apoyo por vergüenza, así lo refiere la Encuesta Essentials 2020 que realiza de forma bianual Essity.


La incontinencia urinaria femenina tiene impacto psicosocial
La incontinencia urinaria femenina tiene impacto psicosocial

En el marco del Día Internacional de Acción para la Salud de las Mujeres, a celebrarse el 28 de mayo, vale la pena dar visibilidad a este síntoma tan común y resaltar la incidencia en el sector femenino.  

 

En el estudio Encuesta Essentials 2020 de Essity, compañía propietaria de la marca TENA, señala que una de cada dos personas conoce a alguien que le ha hablado de sus fugas de orina,y que la población más afectada son principalmente las mujeres. 

 

Lo anterior también es confirmado por las autoridades de salud. De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud en 2018, la mitad de las mujeres en México sufrirá en algún momento de su vida de incontinencia, mientras que diversos estudios de la Sociedad Mexicana de Urología aseguran que las fugas de orina afectan más al sector femenino, y que se encuentran infra diagnosticadas e infravaloradas. Principalmente por vergüenza, y porque las mujeres se sienten más incómodas al hablarlo, que los hombres.

 

“Es en este contexto, reacciones como la negación, la ira y la tristeza, hasta el miedo, la depresión y la ansiedad pueden aparecer alrededor de este síntoma tan común”, dijo Cristina Cortina, psicóloga y psicoterapeuta. 

 

“Para hacer que este proceso de adaptación sea más sencillo, es importante considerar algunos aspectos: primero, recibir un tratamiento oportuno por parte de un especialista para determinar desde el tipo de incontinencia que se enfrenta. Y posteriormente, es fundamental buscar apoyo psicológico personalizado para identificar nuevas necesidades y adaptaciones en función de cada estilo de vida. Es decir, tener el acompañamiento adecuado de protección”, comentó la especialista. 


La incontinencia urinaria femenina tiene impacto psicosocial
Para las mujeres padecer incontinencia urinaria las obliga a dejar de hacer actividades cotidianas

Se vive un duelo cuando la persona muestra síntomas de incontinencia urinaria. El duelo,  proceso psicológico al que nos enfrentamos ante la pérdida, se experimenta en la incontinencia urinaria, porque se vive la pérdida de lo que era antes, y de las expectativas de lo que será en un futuro.

 

Se recomienda a las personas con incontinencia y a sus familiares identificar las fases que se presentan en este duelo, para poder acompañarlos:

 

Negación: Niegan rotundamente la situación. “Esto no me está pasando a mí”,  perciben la incontinencia como algo pasajero, algo que va a pasar y todo regresará a ser como antes.

 

Enojo: Descontento por no poder cambiar la realidad, “¿Por qué a mí?”

 

Tristeza profunda: Cuando se dan cuenta que este cambio es irreversible y no hay nada que puedan hacer.

 

Aceptación: Esta última fase del duelo sucede cuando las personas encuentran maneras de aceptar la pérdida y buscan cómo adaptarse a su nuevo estilo de vida. En esta fase se pueden utilizar todas las herramientas que le ayudarán a tener mejor calidad de vida.

 

Para llegar a la aceptación es importante vivir todas las fases anteriores del duelo. Al estar en esta etapa se puede aprender a lidiar con la vergüenza, que es una emoción que pretende ocultar alguna característica por que se cree que es un defecto, creyendo que si se ve, provocará rechazo. Para aprender a manejar la vergüenza es importante primero aceptarse a uno mismo, entendiendo que éste síntoma no define a la persona que lo padece. Reconocerse como una persona integral y aceptar que se tiene incontinencia pero sabiendo que no es un defecto si no un síntoma, dijo la especialista.

 

Aún existen muchos estigmas alrededor de la incontinencia urinaria, que dificulta a los pacientes enfrentarla. A las mujeres, padecer incontinencia urinaria las orilla a  dejar de hacer actividades cotidianas por temor a sufrir algún accidente de orina en espacios públicos, al usar el transporte público, ir al cine o conciertos, ir al gimnasio, o asistir a reuniones familiares o sociales.  

 

La incontinencia suele asociarse a personas mayores, como una causa natural del envejecimiento; sin embargo, el mismo estudio de Essity, refiere que puede presentarse en cualquier grupo poblacional, y afecta tanto a mujeres y hombres por problemas neurológicos,  diabetes, o hasta por el embarazo o las infecciones de vías urinarias frecuentes. 

 

Acabar con la estigmatización, procurar la atención médica personalizada y el acompañamiento psicológico y emocional para cada mujer que vive con incontinencia, sería posible, si se permite crear entornos en los que se sientan más confiadas, seguras, saludables y dignas.

Version Digital NEO

Revista NEO 297

 


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