Importancia de los Derechos de Autor en la era digital
Por: Carlos González*
El avance en la tecnología en las últimas décadas ha motivado una mayor atención sobre la adecuada protección de la propiedad intelectual en el mundo digital. Por ello, la regulación de contenidos a través de medios digitales despierta un reto importante cuando se trata de garantizar el respeto a los derechos de los autores sobre sus creaciones artísticas.
Pero, ¿acaso las definiciones, alcances y consecuencias de derecho establecidas actualmente en nuestra ley son suficientes para velar por el monopolio de explotación de las obras autorales en la era digital?, ¿será necesario darle un tratamiento jurídico diferente al concepto de obra “tradicional” frente al de obra digital?
En efecto, el sistema legal de derechos de autor ha sufrido muchos cambios con el paso del tiempo, muchas evoluciones. Hace un par de décadas, la propiedad intelectual se analizaba con un enfoque relativamente popular en la era digital entre los usuarios y los creadores de contenido, en donde el factor tecnológico y normativo parecía no tener el suficiente control debido a la facilidad de copiar los contenidos y la factibilidad de difundirlos, bajo un marco débil (y no tan explorado) de protección de derechos para evitar un uso no autorizado generando una infracción de derechos. Con ello, el factor de acceso global de Internet ha representado una gran problemática porque la violación de derechos puede generarse de cualquier otro país, y como la legislación en materia de propiedad intelectual es básicamente de orden nacional, perseguir una infracción se vuelve difícil de lograr.
Lo cierto es que lo publicado de manera impresa ahora también constituye un medio cuando la distribución del contenido se hace a través de un medio digital, como una página web, que en todo caso se encuentra protegida por la Ley con las mismas restricciones que le aplican a la información impresa.
Esto se vuelve más complejo cuando un usuario se inscribe en una red social u otro tipo de plataforma digital, quedando sujeto a sus condiciones de uso. Normalmente, esto conllevaría que el usuario concede a la plataforma su autorización para el uso de los contenidos publicados, independientemente de las demás condiciones que rigen el uso, por ejemplo, de Facebook, YouTube, TikTok, entre otros. Si el usuario no está de acuerdo con las condiciones de uso, simplemente no deberá de aceptar los términos y políticas de estas plataformas, pues técnicamente, aunque la autoría y titularidad sobre el contenido de una obra pertenece al usuario, éste otorga una licencia que consiste en poder usar el contenido y compartirlo con terceros.
Lo que es un hecho, es que la difusión de contenidos por medio de redes sociales puede ser tan comercialmente provechoso como dañino, pues para algunas personas la difusión masiva del contenido de sus obras representa su mejor estrategia de venta, mientras que para otras, puede conllevar una afectación seria en su persona y negocio. Idealmente, antes de compartir algún contenido por algún medio digital, el usuario debería de anticipar los posibles riesgos de hacerlo público.
Es importante considerar que no todo lo que se publica tiene la naturaleza de obra o representa una expresión artística. Como autor, quizás pueda ser de interés poner a disposición de terceros alguna obra, compartirla por medio de Internet, pero con el cuidado de dejar evidente que la obra cuenta con un autor y que su reproducción no está autorizada.
Utilizar el símbolo © sobre las obras representa un aviso público para anunciar que un dibujo, un artículo, una fotografía, o cualquier obra, es de la autoría de alguna persona. Por lo tanto, conviene considerar que cualquier obra autoral, cuando se destine a circulación digital, ostente el símbolo ©, junto con el nombre del autor y el año de creación o publicación de la obra. Estas menciones deberán aparecer en un sitio visible.
Cuando la publicación deba hacerse en el sitio web del titular de los derechos sobre la obra, resulta por demás conveniente incluir en dicho sitio un apartado que establezca las condiciones de uso de la obra. Por ejemplo, prohibir la reproducción total o parcial, o permitir el uso en ciertas circunstancias, como puede ser la obtención de una impresión para uso personal sin necesidad de consentimiento, o de requerir la autorización expresa por parte del titular de los derechos para la reproducción con fines comerciales o distintos a los establecidos en los Términos y Condiciones; de lo contrario, establecer una prohibición expresa sobre el uso de la obra sin autorización, será conveniente como medio de advertencia general.
*Carlos González es Socio de BC&B, con más de 18 años de experiencia en la materia de Propiedad Intelectual. Es abogado graduado por la Universidad Iberoamericana.