De acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las mujeres aportan 2.6 veces más valor económico que los hombres por el trabajo no remunerado que realizan. Por esto, se requiere urgentemente políticas que promuevan e incentiven la paridad de género en las labores del hogar y de los cuidados. Un paso para esto es la incapacidad de maternidad y paternidad inclusiva, así como la creación de incentivos para las empresas que tengan políticas para mamás, papás, cuidadores y parejas no heterosexuales. La inversión en guarderías y centros de atención infantil es otro punto clave para promover la participación de las mujeres en el mercado laboral.