El proyecto de la UNESCO no sólo consideró los ejes de patrimonio cultural inmaterial, así como el de finanzas y modelos de negocios, sino también un eje sobre masculinidades para detonar reflexiones en los hombres que se relacionan con las creadoras, incluso en las cadenas de producción, en espacios públicos y la administración pública, mediante talleres con un enfoque en aprendizajes significativos.