¿Quién lo diría? Hace algunos años, ellas sólo se dejaban ver esporádicamente, eso sí, cuando llegaban podían ser tan devastadoras al igual que hoy, cuando se han convertido casi en el “pan de cada día”. Y aunque en los canales de comunicación ya es común encontrarlas, quienes aún no terminan de acostumbrarse a ellas son las marcas.