¿Qué tipo de financiamiento necesitas para tu negocio?
Por Martha Lucía Martínez, experta en Finanzas Corporativas
Obtener recursos financieros, o en términos generales “dinero”, es una tarea difícil, pero no imposible. El mayor problema para las pymes es el desconocimiento de las opciones que hay en el mercado, y del proceso para definir qué tipo de financiamiento es el óptimo para ellas.
El primer paso es definir para qué se quieren utilizar los recursos, de esa forma sabremos qué nos conviene en cuanto a montos, tasa, plazos y garantías.
Capital de trabajo. Si es un gasto que se requiere ya sea para operar o para incrementar las ventas, como la compra de insumos, nóminas, contratación de publicidad y promoción. Este tipo de gastos son, desde un punto de vista financiero, recuperables en un futuro cercano —los insumos y las nóminas se recuperarán con la venta; la publicidad y promoción nos dará un aumento en ventas y penetración de mercado que traerá como consecuencia mayores ganancias—.
Inversiones. Ya sea para maquinaria y equipo, computadoras, equipo tecnológico, montaje de oficinas o hasta para la compra de un inmueble. Generalmente son recuperables en el largo plazo (2 años en adelante) y nos brindarán ventajas competitivas frente a nuestros competidores.
Conocer las fuentes de financiamiento disponibles en el mercado, después de saber para qué se usará el dinero es el segundo paso para definir el instrumento ideal. Estas pueden ser internas y externas.
Internas:
Aportaciones de socios. Considerar un nuevo inversionista o incrementar la participación de alguno de ellos puede ser una fuente de financiamiento rápida que no necesitará garantías y que nos permitirá crecer rápidamente.
Reinversión de utilidades. En lugar de pagar dividendos a los accionistas, podemos utilizar esos recursos para desarrollar proyectos que nos lleven a las metas planteadas, sin costo ni esfuerzo adicional y con el premio para los inversionistas de incrementar el valor de su aportación.
Venta de activos. También es posible vender lo que ya no usamos: equipo de cómputo, maquinaria, marcas y patentes, y hasta derechos obtenidos en algún contrato de mediano y largo plazo.
Externas:
Proveedores. Renegociar planes de pago a proveedores a 60 y 90 días es una opción para apoyarnos a realizar nuestras actividades, a un costo cero y con el compromiso de que cubriremos los compromisos en un tiempo determinado, obteniendo además, un aliado estratégico en la operación de nuestro negocio.
Créditos. Los hay de corto, mediano y largo plazo; generalmente serán otorgados por bancos e instituciones financieras, que pedirán información financiera y dependiendo del monto, garantías para avalar los pagos a futuro. Hay tantas opciones que lo más importante será comparar los productos y elegir aquellos que se adecuen mejor a nuestras necesidades.
Fondos gubernamentales. Generalmente de fondo perdido, son fuentes de financiamiento que brindan herramientas para ser competitivos en el mercado y están sujetos a supervisión gubernamental y a entregables e indicadores de impacto social como generación de empleos o capacitación a colaboradores.
El último paso es elegir el financiamiento, con base en las opciones disponibles y las condiciones de la empresa. Siempre habrá opciones para realizar nuestros proyectos, solo que debemos identificar la mayor cantidad de ellas para tomar la mejor decisión, y debemos optar siempre por la que nos dé la mayor ventaja competitiva y sea más que una fuente de financiamiento un verdadero apoyo que impulse el valor de nuestra marca y de todo nuestro negocio.