Idols virtuales ¿nueva evolución de los influencers?
Bellísimas, populares y cortejadas por las marcas. Algunas modelos de Instagram y Idols mundiales no son reales, fueron creadas de manera digital, y para muchas personas eso no importa.
A inicio de este año, Fentu Beauty –marca de maquillaje de la cantante Rihanna– subió una imagen de una modelo llamado Shudu usando un labial y se hizo viral. En abril, Shudu había alcanzado la cifra de 90,000 seguidores en Instagram. Un artículo en la revista Harper’s Bazaar reveló la verdad: Shudu no es real. Ella fue creada por computadora por el fotógrafo de moda británico Cameron-James Wilson. El fotógrafo comenta que ve la imagen como una celebración virtual de la belleza de las mujeres de piel oscura.
Fattou Suri, una modelo de Londres encontró a la modelo en Instagram, la siguió y le mandó un mensaje directo. Shudu respondió siguiéndola también; ella parecía amigable y accesible. “Siempre estoy buscando gente inspiradora para seguir” dijo Fatou. “Fue inspirador observar la manera en que celebraban a la modelo. Ella representaba a una persona, perfecta en cuerpo y alma”. Cuando descubrió la verdad sobre Shudu, ella estaba conmocionada, y un poco decepcionada. Aun así, continúa siguiendo la cuenta por el valor estético de las imágenes.
Shudu es llamada la primer supermodelo digital, pero no es la única influencer virtual. Una cuenta de Instagram llamada @lilmiguela muestra una chica joven con pecas, grandes labios y cabello oscuro. Su historial la muestra vestida con conjuntos Prada; también ha aparecido en Chanel, Supreme y Vans. En febrero, Vogue la apodó la “Fictional it Girl”.
Para sus 872,000 seguidores, lo que hace a Miquela más real que un maniquí virtual es su historia. El año pasado lanzó un single llamado “Not Mine”, que se hizo viral en Spotify. Ella utiliza su plataforma para apoyar causas sociales como Black Lives Matter y una organización llamada Black Girls Code, la cual promueve entrenamiento tecnológico para las chicas. Todo esto tiende a hacer difusa la línea entre realidad y el mundo virtual que ella habita.
Comentarios en el historial de Miquela indican que sus fans están confundidos acerca de la existencia de Miquela, ¿real o no? Quienes la llevan han sido muy cuidadosos acerca de no revelar si es virtual o no, tal vez una composición de una personal real con su apariencia mejorada usando CGI (Computer generated image).
Pero esta cautelosa evasión no parece importarle a sus seguidores. Uno de sus más fervientes fans es Anthony Reyes, un artista de 18 años que vive en Michigan. “Me sentí atraído por Miquela no solo por su estética, sino también por su activismo”, comentó. “Miquela es Miquela, lo que sea que eso implique. Las personas han tratado de desacreditarla a ella y a su arte debido a la manera en que se presenta, pero pierden el punto. Aún con la masiva cantidad de seguidores que ha ganado, Miq sigue siendo una persona a la que le importa sus fans”.
Pero ¿qué hay acerca de que ella sea un personaje virtual? “En realidad, ¿no son todos los influencer personajes digitales?” insiste Reyes, concordando con Miquela. “Solo sabes que existen debido a la existencia de la plataforma digital, ya sea Instagram, Youtube, Twitter, etc”.
“Si piensas en redes sociales, no eres tú en Instagram. Es solo una versión digital de ti”, dice Justin Rezvani para BBC, fundador y ex CEO de TeAmplify, una agencia de marketing que conecta marcas con influencers. “Tendremos AIs que serán influencers con millones de seguidores y que no son personas reales”, menciona.
“Creo que hay oportunidades que pueden ser provechosas para las marcas para lanzar productos, pero va a ser más superficial de lo que se alcanza con una persona real” dice Giordano Contestabile, CEO de Bloglovin’, una compañía que conecta marcas con influencers relevantes y se enfoca en ‘influencers de alcance medio’ (hasta 500K seguidores). “El aspecto humano del influencer marketing es la clave, no sé cómo podrían replicar eso. Hacer que alguien te siga en Instagram es fácil, pero lograr que alguien te identifique y cree una conexión emocional, ese es un reto diferente”, comentó en entrevista con la BBC.
Mientras más convincentes se vuelven las creaciones virtuales, los expertos advierten que distinguir lo que es real de lo que no, se volverá cada vez más difícil.
El director creativo de La casa de moda Louis Vuitton, Nicolas Ghesquiere, utilizó el rostro de Lightning, una samurái de cabello color rosa que empuña una espadaen el videojuego Final Fantasy, para su campaña primavera-verano en enero de 2016. Esta no fue la primera vez que los personajes de Final Fantasy fueron aprovechados por la moda. En 2012, Lightning y sus compañeros, los personajes en el juego, fueron publicados en una revista japonesa donde vestían por completo la marca Prada.
A su vez, Ricardo Tisci, director creativo de Givenchy, apareció en mayo de 2016 a lado de Hatsune Miku, una de las cantantes más populares de Japón y a nivel mundial, en una prueba de un vestido de alta costura. Esto no sería nada diferente a lo que acostumbran hacer las celebridades cuando eligen un vestido: con la diferencia de que Hatsune es un holograma.
Miku fue creada por la compañía de software Crypton Future Media para el programa VOCALOID2 lanzado en agosto de 2007. Su popularidad se debe no sólo a su imagen a la impresionante tecnología detrás, sino a sus canciones, que son escritas por sus seguidores a través de la red.
Ahora incluso realiza conciertos virtuales, en julio de este año se presentará en CDMX, los boletos inician en $800 y la zona VIP cuesta poco más de $3,000. Para la fecha de publicación de esta nota los boletos están casi agotados.
¿Un problema o una solución?
Los psicólogos han mostrado que la incertidumbre de si una creación 3D es humana o no, crea un efecto emocional curioso, algo que puede ser considerado verdadero en el mundo virtual de influencers.
Y es que pensando un poco, ¿qué marca no ha tenido problema contratando influencers? Escándalos relacionados con abuso de sustancias, drama, e incluso comentarios negativos sobre las mismas marcas que les pagan.
Parece una buena opción para mantener la imagen deseada con facilidad, políticamente correcta. Un comentario en la cuenta de Miquela parece resumir las cosas: “Obviamente es algo falso, pero la persona detrás es real, así que se amable”. ¿Serán las AIs las nuevas influencers?
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