Días Mundiales de la Obesidad y la Diabates

Días Mundiales de la Obesidad y la Diabates

 

Con el objetivo de informar y hacer conciencia en la población mundial sobre la obesidad, el 12 de noviembre de cada año se celebra el Día Mundial de la Obesidad, efeméride instituida por la OMS (Organización Mundial de la Salud) que tiene por objetivo informar y sensibilizar a la población sobre la necesidad de la adopción de medidas para prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad. Y en este mismo sentido, la OMS establece al 14 de noviembre, como el Día Mundial de la Diabetes. Es decir, el mes de noviembre es el mes del año para concientizar a la población sobre estos dos problemas de salud pública de México que han tomado una dimensión mayúscula.

Dicho organismo mundial, define como obesidad cuando el índice de masa corporal (IMC), cociente entre la estatura y el peso al cuadrado de un individuo) es igual o superior a 30 kg/m². También se considera signo de obesidad un perímetro abdominal en hombres mayor o igual a 90 cm y en mujeres mayor o igual a 80 cm.

Desafortunadamente la mayoría de las personas que padecen sobrepeso u obesidad no le dan la importancia debida a este padecimiento y mucho menos a las enfermedades relacionadas: como síndrome metabólico, hipertensión, diabetes, dislipidemias e hígado graso, aun sabiendo que este problema aumenta constantemente y del lugar que ocupa México en la lista de países con mayor índice de obesidad.

En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Obesidad (12 de noviembre) y el de la Diabetes (14 de noviembre), las investigaciones en torno a la microbiota y los probióticos y su relación con la obesidad y la diabetes —tanto en madres como en recién nacidos— ofrecen alternativas para la atención de dos de las que se perfilan como graves amenazas de salud pública en los próximos años tomando en cuenta que, de acuerdo con la OMS, de mantenerse las tendencias, la cifra de niños pequeños con sobrepeso aumentará a 70 millones para 2025.

En México, 23.5% de las niñas y 21.2% de los niños menores de cinco años padecen sobrepeso y obesidad según lo reporta la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino de salud pública.

Condición que podría estar relacionada con deficiencias en la conformación de la microbiota de hijos de mujeres con  obesidad materna y diabetes gestacional.

De acuerdo con estudios internacionales referidos por el Biocodex Microbiota Institute (BMI) -empresa de origen francés especializada en diversas áreas terapéuticas-, los futuros bebés de madres obesas estarían expuestos a una microbiota “obesógena”, con la consecuente predisposición a sobrepeso, diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares, en tanto que los hijos de madres con diabetes gestacional corren el riesgo de desarrollar macrosomía o hiperglucemia neonatal.

“Recientemente, se investigó la microbiota en la placenta, el líquido amniótico y el meconio en gestaciones sanas y los resultados respaldaron la hipótesis de colonización ‘in utero’ y desafiaron el ‘útero estéril’ tradicional. Por lo tanto, la microbiota de la descendencia, que es crucial para la función inmune y metabólica y una mayor salud en los neonatos, podría establecerse antes del nacimiento. La obesidad materna influye en la colonización microbiana y aumenta el riesgo de enfermedades metabólicas en la descendencia”, aseguran los investigadores Liyuan Zhou y Xinhua Xiao, en un reporte sobre el rol de la microbiota.

Aproximadamente en ese mismo sentido se establecen las conclusiones del estudio piloto The Placental Microbiota Is Altered among Subjects with Gestational Diabetes Mellitus: “Un estudio previo sugirió que el exceso de peso gestacional se correlacionaba con un microbioma placentario alterado entre las mujeres que experimentaron un parto prematuro. Sin embargo, la relación entre la microbiota placentaria y la diabetes gestacional es poco conocida. Dado que este padecimiento es un factor de alto riesgo de resultados adversos múltiples, el objetivo fue estudiar la microbiota placentaria en la DMG y definir si cierto taxón de microbiota placentaria se correlaciona con características clínicas específicas”.

Pero no todo son malas noticias: según los propios Zhou y Xiao la toma de probióticos durante el embarazo y hasta los seis meses posteriores al parto permitirá a las mujeres embarazadas reducir su masa grasa, limitar la ganancia de peso del lactante y, en su caso, un mejor tratamiento de la diabetes.

Otra recomendación útil de acuerdo con investigaciones de científicos de EUA e Irlanda es el consumo de omega 3 —pescados grasos y oleaginosos— por encima del omega 6 —aceites vegetales, aguacate—: “Los nutrientes transmitidos a través del cordón umbilical y la leche materna podrían limitar la acumulación de grasas y los omega 3 también tenderían a reducir la inflamación (un factor de riesgo bien conocido en la obesidad). Al favorecer la integridad de la barrera intestinal, la presencia de bacterias ‘buenas’ y la ausencia de inflamación, los omega 3 ejercería un efecto beneficioso a largo plazo”.

En el mundo, el número menores de cinco años que padecen sobrepeso y obesidad aumentó de 32 millones en 1990 a 41 millones en 2016. En los países de ingresos bajos y medianos —como México—, la prevalencia de estos padecimientos en la población preescolar supera el 30%. De mantenerse las tendencias, la cifra de niños pequeños con sobrepeso aumentará a 70 millones para 2025.

Las investigaciones en torno a la microbiota y los probióticos y su relación con la obesidad y la diabetes, tanto en madres como en recién nacidos, ofrecen alternativas para la atención de dos de las que se perfilan como graves amenazas de salud pública en los próximos años.

El Biocodex Microbiota Institute es un centro de conocimiento que pone información científica sobre las microbiotas a disposición del público en general y los profesionales de la salud.

 

 

 

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Revista NEO 297

 


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