IP Compliance: Pieza clave para las empresas innovadoras
El acelerado dinamismo del mercado exhorta constantemente a las empresas a reinventarse y disponer de mejores o nuevas alternativas para que sus productos y servicios se distingan de los existentes, se mantengan en el gusto de los consumidores y puedan representarles una ventaja económica o competitiva para la sociedad.
Sin embargo, esta demanda puede traer resultados positivos y negativos que, de no preverse adecuada y oportunamente, puede arriesgar y afectar a las empresas. Por ello, en los últimos años, las compañías han encontrado en el Compliance un excelente aliado para reducir los riesgos legales que sus actividades puedan representar.
Es común oír de programas de cumplimiento normativo enfocados a tratar asuntos de transparencia, anticorrupción o a la prevención de los delitos fiscales y financieros, pero no lo es tanto para otros ámbitos que también resultan importantes dentro de las empresas, por ejemplo, en Propiedad Industrial e Intelectual (PII).
Para las empresas innovadoras resulta imperativo contar con un adecuado marco normativo que permita cumplir de manera íntegra y ética, tanto internamente (con políticas, lineamientos, manuales, procesos, entre otros) como externamente, con el derecho positivo vigente y aplicable conforme al objeto social de las empresas, que abarque las áreas trascendentales de la empresa, tales como, I+D+i o Marketing.
Es por lo anterior que los programas de Compliance en PII deberán tener un doble enfoque. Por un lado, tendrán que ser lo suficientemente sólidos para mitigar riesgos legales, involucrando cada proceso de la operación ordinaria de la empresa que permita proteger su información, activos o derechos de PI; y por otro, ser responsable y respetuoso con los derechos o activos de terceros.
El primer eje estará encaminado a impedir la pérdida o disminución de activos que le representen derechos sobre mejoras, invenciones o creaciones que mermen su ventaja en el mercado, y el segundo enfocado a evitar que conductas de sus colaboradores o socios puedan constituir una contraria a derecho o a las buenas prácticas, como infracciones, delitos o afectaciones a la reputación o imagen de la compañía.
Si bien la implementación de programas de Compliance debe ser a la medida, lo cierto es que existen aspectos generales o básicos que todas las empresas deben considerar dentro de sus esquemas, como lo son la gestión de su portafolio de PII (marcas, patentes, modelos de utilidad, diseños industriales, derechos de autor, etc.), la revisión contractual o medidas de seguridad físicas, tecnológicas y administrativas, que garanticen la protección de la información que involucre a las actividades de la compañía.
Esto no implica que se pueda ignorar u obviar otras medidas especificas que complementen y refuercen las actividades o necesidades inherentes a la operación de las empresas, como lo puede ser la vigilancia de la tecnología involucrada o la protección de los datos recabados.
Referidas acciones, además de proveer mecanismos de protección sobre las actividades de la empresa, reflejan una cultura de conciencia, responsabilidad y compromiso con el debido comportamiento y actuar de sus colaboradores y socios, otorgando una mejor imagen a sus clientes, proveedores y competidores. Por ello, existe una imperiosa necesidad de ver el IP Compliance como una pieza clave y estratégica para su implementación transversal dentro de las empresas innovadoras.
*Jocelyn Flores es Responsable de Desarrollo de Negocio Nacional de ClarkeModet México.