Catálogos digitales, herramientas de la nueva normalidad
Durante 7 días, del 2 al 8 de agosto, más de 100 marcas participarán en la segunda edición del Hot Fashion, la campaña de ventas en línea que surgió en 2020 con la intención de impulsar las industrias de moda y belleza, afectadas por la pandemia.
Si bien los hábitos de los consumidores ya se estaban dirigiendo al plano digital, antes de la crisis sanitaria las tiendas en línea en el sector de la moda y la belleza parecían ser un lujo que solo las grandes marcas podían darse, además de que la mayoría de la gente prefería el modelo tradicional: ir a la tienda, mirar, elegir, probarse las prendas o los artículos de belleza.
Sin embargo, ante el cierre obligado de los comercios, éstos tuvieron que idear estrategias para seguir vendiendo fuera de los locales y no correr el riesgo de cerrar para siempre. De acuerdo con el estudio "Future Shopper Report 2021”, realizado por Wunderman Thompson, el 27% de los compradores digitales prefieren comprar artículos de Ropa y moda directamente en los ecommerce de las marcas. Le siguen otros marketplaces –distintos a Amazon– (21%), los websites de las tiendas departamentales (21% también) y Amazon (13%).
“El comercio digital se convirtió en una salvación para consumidores y empresas, quienes comprobaron que no es viable depender de un solo canal, ya sea para adquirir artículos o generar ventas. La forma de comprar cambió y no volverá a ser lo que era antes”, dijo Antonio Rivero, director comercial de Napse.
Las redes sociales, principalmente WhatsApp, fueron las herramientas más inmediatas y prácticas para probar otras formas de ofrecer productos sin hacer mucha inversión, simplemente aprovechando las soluciones de los canales digitales a los que todos tenemos acceso hoy en día. Así, las pequeñas y medianas empresas comenzaron a enviar por estas vías a sus potenciales clientes la oferta de sus productos a través de catálogos muy básicos con fotografías tomadas con el celular o en formato PDF, estrategia que fue muy útil para las ventas.
“Vimos que comerciantes de calzado, ropa, accesorios o maquillaje enviaban archivos de sus productos en PDF para que el cliente pudiera elegir lo que deseaba. Fue la mejor reacción para quienes no tenían e-commerce o no estaban posicionados en el marketplace”, señala Rivero.
Conforme avanzó la pandemia y ante la reapertura de los comercios con grandes restricciones —desde los horarios hasta la cantidad de personas y el tiempo de permanencia al interior de los locales—, el catálogo digital se ganó su propio lugar como una herramienta indispensable para las ventas que, según las posibilidades y recursos de cada comercio, puede ser tan básico como para facilitar la exhibición y descubrimiento de artículos, hasta ser un instrumento para la categorización de productos, control de stock y automatización en el proceso de compra-venta.
En este sentido, el director comercial de Napse menciona que los consumidores están cada vez más cómodos con la tecnología y los catálogos digitales ayudan a mejorar su experiencia de compra. “Por ejemplo, hay catálogos interactivos y dinámicos que dirigen al cliente a completar la compra o dar servicio a la tienda; que muestran la disponibilidad de los productos en el establecimiento o sus diferentes sucursales, lo que ayuda a incrementar la satisfacción del cliente”.
Y es que el catálogo es una herramienta infalible para las ventas, no por nada tiene más de dos siglos de existencia y actualmente puede usarse como medio principal de venta o como complemento de los canales tradicionales. “Incluso con las tiendas abiertas, el catálogo digital sirve para reducir el ir y venir de piezas y hace que el consumidor sea más efectivo en sus elecciones, optimizando su propio tiempo y el del vendedor”, concluye Antonio Rivero.
Durante el Hot Fashion, del 2 al 8 de agosto, los consumidores podrán comprobar la practicidad y beneficios de los catálogos digitales, mientras acceden a miles de productos y marcas con promociones especiales.
