Contenido más efectivo y humano: un paso importante para la cultura de prevención


Encontrar una manera efectiva de comunicarnos y humanizar los contenidos sobre prevención es un paso primordial para crear una sociedad mejor preparada ante cualquier peligro natural.


Por: Nax Aguirre, gerente de marketing para SkyAlert México y Estados Unidos

 

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Imagen: cortesía



Protocolos, marcos de acción, mecanismos y medidas de contingencia... Países y organismos internacionales se han volcado desde hace años en la tarea de idear planes e instrumentos para crear sociedades resilientes. A pesar de ello, el gran reto de crear una verdadera cultura de prevención persiste, incluso después de que países como el nuestro han sido tocados por desastres que nos recuerdan constantemente nuestra vulnerabilidad.

 

La prevención de desastres y los esfuerzos por mitigar el impacto de los peligros naturales siguen siendo un pendiente. ¿Por qué?

 

La respuesta tiene muchas aristas y su solución muchos frentes.

 

Sin embargo, un paso fundamental es enfrentar el desafío de humanizar los contenidos sobre prevención de manera que puedan efectivamente conectar con las personas y su entorno.

 

En otras palabras: como organismos, gobiernos, empresas y sociedad necesitamos crear una vinculación profunda para que las iniciativas de prevención vayan más allá de un “requisito protocolario” o políticas de papel, para convertirse en una parte viva de nuestra cultura.

 

Ofrecer información y herramientas que realmente podamos incorporar en nuestro día a día con tecnología —a través de las redes sociales, así como de apps y plataformas especializadas de acceso libre— está ayudando a crear dicho vínculo.

Cuando se crea contenido para redes sociales, por lo general el foco de atención es conectar con los clientes de una manera única y novedosa.

 

Sin embargo, si este contenido tiene un corte científico especializado o complejo, es de suma importancia que el lenguaje tenga mayor claridad sin que se distorsionen conceptos clave y, a su vez, que pueda llamar la atención de la audiencia y generar impacto.

 

Es decir, cuidar lo que somos y lo que hemos creado.

 

Cabe destacar que el éxito de estos mensajes también depende en gran medida de los receptores: análisis de expertos revelan que para que se logre una comunicación efectiva alrededor de la prevención, las agencias y organismos necesitan tomar en cuenta que las personas necesitan asumir una responsabilidad compartida.

 

En ese sentido, el reto que asumimos y la prioridad que tenemos ante la tarea de proteger vidas es comunicar de una forma humana la importancia de que todos participemos activa y conscientemente.

 

Con esto en mente, se vuelve crucial que las herramientas y los contenidos de prevención sean claros, accesibles, efectivos y, sobre todo, humanos.

 

Esto quiere decir que no solo deben ser de libre y fácil acceso (algo que la tecnología y el Internet se han encargado de lograr), sino también comprensibles y en línea con las necesidades reales de las personas, sus entornos y sus estilos de vida.

 

La agenda es clara: generar una cultura de prevención que proteja vidas, empieza por propiciar una cultura de información con sentido humano.