Marketing inmersivo: Realidad o ficción

Por María Teresa Caso, Académica de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana

Cada vez es más difícil captar la atención de los consumidores y posicionar a una marca de manera distintiva y original. Las marcas están en constante búsqueda de encontrar nuevas formas de comunicarse. Cautivar, conquistar y sorprender a la audiencia.

Inmersivo
Imagen: Pixabay

Pero ¿cómo lograrlo? La idea es que el consumidor viva una experiencia.  Que pueda vivir “dentro” de una historia. Esto se puede lograr gracias al marketing inmersivo.

Todos hemos oído hablar de la realidad virtual, que existe desde hace muchos años y se ha usado en simuladores, juegos y en muchas otras industrias. Pues esta es una de las dos de las técnicas más usadas en el marketing inmersivo. La otra técnica es el marketing de realidad aumentada.

Cuando se busca usar cualquiera de ambas técnicas, el profesional de Marketing comenzará creando experiencias de contenido que se convertirán en acciones que brinden experiencias inmersivas, esto es, acciones en un entorno ilusorio donde el usuario pueda interactuar con la marca.

Sabemos de antemano que, para el consumidor, no es suficiente tener un rol pasivo.  De hecho, el ver más de lo mismo, ha provocado que muchas veces, nuestro target sea inmune al mensaje. Pero, cuando se es el centro de la experiencia, el usuario se siente parte de lo que se le presenta y explora más sobre la marca.

Los propios consumidores son protagonistas de todas las experiencias. Ellos son el centro del relato.  Ahora el cliente no está observando la marca; está viviendo “dentro” de la marca. Pero qué es esto ¿realidad o ficción?

Es una realidad exacerbada al máximo a través de la tecnología.  Las marcas existen en realidad y se presentan al público, pero de una manera que los involucra totalmente.

En el caso de la realidad virtual, (VR), con el uso de lentes específicos o visores, el usuario se sumerge en una realidad diferente. Tanto el audio como el video son virtuales y la persona puede interactuar con la marca, dando como resultado, una grata experiencia y un recuerdo mayor. No es lo mismo ver una pantalla que estar dentro de la acción.

 

En cuanto a la realidad aumentada, (AR), se puede crear una experiencia visual diferente dentro de un entorno real. Un ejemplo podría ser el de una empresa de pinturas:  el usuario puede ver su entorno con paredes de diferentes colores.  También, el posible cliente, puede probarse algún atuendo y ver el resultado de la aplicación de un maquillaje sin salir de casa y decidirse por el que más le guste.  Es decir, le ofrece al consumidor una nueva forma de ver la marca simulando la interacción de una manera personalizada.  Esto incrementa las ventas y reduce las devoluciones.   Además, aumenta la credibilidad y el valor de la marca

Cuando las empresas usan el marketing inmersivo, pueden crear un contenido personalizado, logrando así que los clientes se identifiquen más con la marca, que sea más reconocible para el usuario y lograr una mayor retención del cliente. El marketing inmersivo es ideal para crear compromisos positivos entre el cliente y la marca.

 

Usando estas técnicas, se puede lograr que el usuario sea el protagonista de estas experiencias, que sea el centro de atención al sentirse parte de la acción y es mucho más fácil mejorar la experiencia ofrecida al consumidor.

Los límites que hay entre el mundo virtual y el mundo real parecen desvanecerse y ofrecen al consumidor experiencias que antes solo existían en los relatos de ciencia ficción.  Pero todavía hay mucho camino por recorrer.

Aunque la realidad virtual existe desde hace muchas décadas, es ahora cuando es tendencia entre las marcas.  Los mercadólogos buscan que pueda ser una experiencia individual, pero lo ideal es hacer una actividad grupal.  Esto permite que varios usuarios interactúen entre sí y puedan tener la experiencia en grupo. El gran problema sigue siendo que tiene una cantidad limitada de participantes.

En lo que respecta a la realidad aumentada, todavía hay mucho por hacer.  La siguiente opción podría ser los hologramas, aunque actualmente tienen un alto costo.  Pero con el tiempo, creatividad y con una mente innovadora, estos desafíos se pueden superar,

Cualquiera que haya tenido la oportunidad de vivir esta experiencia, podrá asegurar que, el estar inmerso en una realidad con ayuda tecnológica, ha despertado mucho más interés.  No solo por lo novedoso sino porque hemos “vivido” una experiencia muy especial.