Mujeres y propiedad intelectual
Este año, el Día Mundial de la Propiedad Intelectual que se conmemora el 26 de abril, está dedicado a remarcar el papel de las mujeres en el campo de la innovación y la creatividad, y la importancia de que ellas se beneficien cada vez más del sistema de propiedad intelectual. “Mujeres y propiedad intelectual: Acelerar la innovación y la creatividad” es el lema que busca apoyar el acceso de las mujeres al conocimiento, las habilidades y los recursos que necesitan para prosperar.
Las brechas persisten y las mujeres aún enfrentan retos para acceder al sistema de Propiedad Intelectual. Datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), muestran que si bien se está cerrando la brecha de género en la innovación, los hombres siguen representando una gran mayoría de las personas asociadas a las invenciones patentadas en el mundo. En 2021, solo el 17% de las personas designadas como inventoras en las solicitudes internacionales de patentes eran mujeres.
Mientras tanto en México, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), calculó que entre noviembre de 2020 y enero de 2021, de las 42 295 solicitudes de marcas, solo 34% correspondían a mujeres. Y sobre las 477 invenciones registradas y la su respectiva solicitud de patente, sólo 14% fueron hechas exclusivamente por mujeres.
La buena noticia es que hay países cuya proporción de inventoras resulta ser un faro de esperanza y progreso. De acuerdo con este texto del World Economic Forum, Cuba encabeza la lista con un 53% de inventoras. A él se suman Filipinas (38%), Portugal (34%), Costa Rica y Perú (29%), Rumania (28%), Malasia (27%) y Chile, Kazajistán, España y Tailandia (26%).
Por otro lado, en países como EUA, Alemania o Japón, tradicionalmente vinculados con la innovación, las mujeres están especialmente infrarrepresentadas. En estos países la proporción de inventoras fue de 16%, 12% y 10%, respectivamente, situándose por debajo de la media mundial.
Las mujeres representan casi la mitad de la población mundial y cuentan con perspectivas diversas e innovadoras para brindar soluciones en diferentes campos. Todas y todos podemos desempeñar un papel para que su rol dentro del sistema de Propiedad Intelectual sea cada vez mayor, porque así la sociedad se beneficiará de su innovación, creatividad e ingenio.
Innovadores de todo el mundo presentaron más de 7 700 solicitudes de patentes para nuevas tecnologías contra la covid-19.
El número de patentes que se solicitan a nivel mundial es un buen medidor de la actividad innovadora, esa que nos brinda la posibilidad de encontrar nuevos caminos para hacerle frente a los retos más apremiantes de nuestro tiempo.
El nuevo Informe sobre el panorama de las patentes: vacunas y tratamientos relacionados con la COVID-19, publicado por la OMPI, destaca que, entre enero de 2020 y septiembre de 2022, se presentaron 7 758 solicitudes de patentes a nivel mundial. De ellas, unas 4 787 fueron para terapias destinadas a ayudar a las personas ya infectadas con el coronavirus, mientras que 1 298 fueron para el desarrollo de vacunas.
Estas cifras dan cuenta de la velocidad sin precedentes con la que se respondió a la emergencia de salud, misma que no hubiera sido posible sin un ecosistema innovador cuya base es la investigación científica y las inversiones que se han hecho durante décadas, respaldadas por un sistema sólido de propiedad intelectual.
China lidera el top cinco de países con más solicitudes de patentes, tanto en vacunas como en terapias. Le siguen EUA, Alemania, la República de Corea y Rusia, para vacunas; EUA, República de Corea, India y Alemania, para terapias.
Las solicitudes de patentes se dividieron casi por igual entre empresas y organizaciones de investigación: 52% y 42%, respectivamente, para vacunas, y 49% y 38%, respectivamente, para productos terapéuticos.
Los anticuerpos representan aproximadamente un tercio de las patentes presentadas en el área de terapias biológicas y son los de mayor crecimiento.
Los datos de las patentes revelan enfoques innovadores para el tratamiento de la covid-19, tales como el uso de CRISPR-Cas o de fármacos basados en ácidos nucleicos.
Alrededor de una cuarta parte de las solicitudes presentadas tenía más de un cesionario, lo que indica colaboración entre empresas y organizaciones de investigación.
La pandemia por covid-19 trajo consigo enormes retos y la necesidad de adaptarnos a nuevos esquemas. Fuimos testigos y partícipes de una colaboración multisectorial que nos dejó grandes lecciones y que nos demostró que es posible innovar y entregar soluciones de salud cuando hay un sistema robusto de propiedad intelectual.
