El lenguaje de las flores, para este 14 de febrero
La floriografía, mejor conocida como el lenguaje de las flores, se remonta a la época victoriana, donde se usaban los arreglos florales para enviar mensajes codificados y así expresar sentimientos secretos que no se podían transmitir verbalmente.
La floriografía es la herramienta perfecta para comunicar este 14 de febrero. Las flores han sido símbolos de amor y afecto. En la búsqueda de expresar nuestros sentimientos más profundos, a menudo se recurre a las clásicas rosas rojas. Sin embargo, el mundo floral es diverso como los gustos de las personas; teniendo a nuestro alcance una amplia gama de opciones para transmitir ese mensaje especial.
“Sin duda, las rosas rojas son las más solicitadas para la pareja; aunque otras maravillas de la naturaleza como los tulipanes, orquídeas o jacintos comunican también romance y pasión”; comparte Jaquelinne Vázquez, directora floral de Blanc Florería. “Nosotros creamos arreglos a través de la simetría floral, para lograr una disposición equilibrada que capte ese mensaje no escrito, a través de las texturas, color y aroma”.
“En BLANC hemos notado, que además de las rosas, hay otras favoritas como los claveles y las gerberas”; comenta Vázquez. Otras opciones para decir ‘te amo’ este San Valentín, pueden ser:
Orquídeas púrpuras: encarnan la pasión y la seducción, elementos de una exótica belleza y aroma que embriaga los sentidos.
Lirios blancos: representan la pureza y la inocencia del amor. Con su fragancia delicada evoca calma y serenidad; perfecta para expresar un amor sincero y duradero.
Tulipanes rosados: sus tonos suaves y cálidos irradian ternura y afecto, comunicando el amor eterno y la gratitud.
Jacintos azules: manifiestan lealtad y constancia en el amor. Su fragancia dulce y embriagadora es capaz de evocar un mensaje de amor comprometido.
La mejor manera de alagar a otra persona es obsequiándole un arreglo único. Cada flor tiene su propio significado y puede transmitir los sentimientos de una manera especial y personalizada.
El lenguaje de las flores habla por sí solo y vuelve cada detalle inolvidable.