Nomadismo digital en México: redefine el consumo en la Era Global
Por Fernando Rey Castillo Villar. profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Panamericana.
El fenómeno de los nómadas digitales ha experimentado un auge significativo en todo el mundo, y México no es la excepción. Esta tendencia, impulsada por la digitalización de las economías y la flexibilidad laboral, ha llevado a un creciente número de profesionales a adoptar un estilo de vida nómada, aprovechando la tecnología para trabajar de manera remota desde cualquier lugar. No obstante, esta tendencia representa mucho más que la simple flexibilidad de ubicación postpandemia y el trabajo remoto. Estamos siendo testigos de un cambio cultural global, donde muchas personas se desilusionan con la promesa de la "buena vida" que se ofrecía a generaciones anteriores.
La anterior premisa es analizada desde un enfoque de mercadotecnia por las investigadoras Aleksandrina Atanasova, Giana Eckhardt y Katharina Husemann en su más reciente publicación titulada Liquid Consumer Security. Las investigadoras argumentan que, ante un mundo en crisis, un mercado laboral cada vez más competitivo e inseguro, y el constante aumento en los costos de vivienda, educación y vida cotidiana; los pilares tradicionales de estabilidad como la propiedad de vivienda y los trabajos de 9-5 ya no se perciben como alcanzables o incluso deseables. Frente a este panorama, el nomadismo digital surge como un camino alternativo, alejándose de las hipotecas costosas de largo plazo y la acumulación de posesiones. En su lugar, el nomadismo digital ofrece la posibilidad de maximizar los ingresos viviendo en lugares con un menor costo de vida, abriendo así las puertas a un estilo de vida más libre y adaptado a las nuevas realidades económicas y personales.
En su estudio, las investigadoras identificaron tres tendencias clave del nomadismo digital que pueden ser relevantes para la adaptación de las marcas hacia este nuevo segmento de mercado: 1) El abandono del arraigo en favor de la flexibilidad, 2) La necesidad de infraestructuras y servicios para la vida nómada y 3) La influencia en el discurso sobre nuevos valores y estilos de vida. La vida "sólida", centrada en la acumulación y el asentamiento, da paso a un enfoque "líquido", caracterizado por la agilidad y movilidad, alejándose de posesiones y lugares fijos. Las marcas que ofrecen acceso en lugar de propiedad responden a esta demanda creciente. Además, el nomadismo digital requiere servicios adaptados, desde internet confiable hasta seguros de salud para nómadas. Este cambio en el comportamiento del consumidor ofrece una oportunidad para que las marcas sean socios valiosos en esta transición hacia una preferencia por el acceso más que la propiedad, desafiando a repensar modelos de negocio y productos para facilitar esta flexibilidad.
En México, este cambio hacia el nomadismo digital no solo refleja una adaptación a las nuevas realidades económicas y laborales, sino que también presenta una oportunidad única para que marcas y negocios locales se alineen con las necesidades de una población crecientemente móvil y digital. Para las empresas mexicanas, esto significa explorar nuevas formas de ofrecer productos y servicios que resuenen con este estilo de vida "líquido", desde opciones de alojamiento flexibles hasta espacios de coworking innovadores, pasando por servicios de telecomunicaciones robustos y adaptados a las necesidades de los trabajadores remotos. Consecuentemente, al facilitar el nomadismo digital, México no solo puede atraer a este creciente segmento de mercado, sino también impulsar su economía local.