El salario sí importa: ¿cómo evitar el estira y afloja?

Por: Alejandra Martínez, Responsable de Estudios del Mercado Laboral de Computrabajo México 

 

En el ámbito laboral, uno de los momentos más críticos y a la vez más subestimados en la relación contractual es la negociación salarial, la cual a menudo se percibe como un estira y afloja entre empleador y candidato.  Desde mi experiencia, esta visión es equivocada, la negociación salarial es una oportunidad para alinear expectativas, reconocer el valor de las habilidades y experiencia del colaborador y construir relaciones laborales duraderas.

 

Más allá del salario

Cuando un candidato solicita una revisión de su oferta o un aumento, no necesariamente está siendo codicioso, en muchos casos, lo que hace es ejercer su derecho a ser valorado justamente, a buscar equidad interna y externa, y a establecer una base sólida para su motivación y compromiso.

 

Los líderes de áreas o profesionales del área de recursos humanos deben evitar sentirse incómodos en el  momento que un candidato o un colaborador se acerca a negociar su salario. De hecho, un profesional que busca un mejor sueldo y tiene sustentos válidos, es alguien que conoce su valor, sabe las condiciones del mercado y demuestra habilidades clave como la comunicación y la asertividad.

 

Escuchar antes que responder

Cuando un colaborador se acerca a buscar un incremento de salario,  sus managers o representantes de RRHH deben escuchar activamente, entender las motivaciones detrás de la solicitud y evaluar objetivamente si hay argumentos sólidos para hacer un ajuste. Uno de los errores más frecuentes de los líderes es apresurarse a rechazar una contraoferta o interpretar la negociación como una amenaza.     No siempre podremos decir que sí, pero deben justificar el no con transparencia y respeto.

 

Transparencia salarial y cultura organizacional

En una sociedad cada vez más consciente de la equidad, las empresas deben ir más allá del simple cumplimiento legal. Establecer rangos salariales claros, compartir los criterios de evaluación y promover la transparencia no solo facilita las negociaciones, sino que también genera confianza y fortalece la cultura organizacional.

 

Responsabilidad compartida

La negociación salarial no es responsabilidad exclusiva del candidato o colaborador ni del reclutador o gerente de recursos humanos, es una responsabilidad compartida, donde ambas partes buscan un acuerdo justo. El papel que desempeñan los equipos de RRHH no es solo administrar sueldos, sino gestionar expectativas, mediar intereses y promover relaciones sanas.

 

Una negociación salarial no debería ser una lucha de poder, sino una conversación estratégica entre profesionales que se valoran mutuamente, si como empresas queremos atraer y retener talento, necesitamos aprender a ver la negociación como una herramienta y no como un obstáculo.