Transformando la inclusión financiera en México: desafíos y oportunidades
AurumCore, plataforma de habilitación de servicios financieros de nueva generación identifica a los principales actores alrededor del ecosistema financiero y la banca de inclusión en el país, así como las tendencias, los retos y áreas de oportunidad que enfrentan las instituciones financieras tradicionales y las de nueva generación.
Ernesto García, CEO de AurumCore desarrolló algunas de las razones por las que algunas Fintech del país podrían desaparecer. Algunas de las instituciones financieras de nueva generación, operan con el desarrollo tecnológico y captación de usuarios como prioridad por sobre la eficiencia y transparencia de los procesos financieros, independiente de que puedan rentabilizar en el corto plazo.
AurumCore detalla los segmentos de la población que actualmente conforman el mercado potencial de estas instituciones, analiza algunos de los desafíos que tienen actualmente como organizaciones para garantizar su éxito en un futuro cercano.
“Las Fintech necesitan empezar a ser rentables pronto, pero en esencia operan como empresas de tecnología y no con el enfoque en ofrecer servicios financieros innovadores o de nicho para segmentos no bancarizados, esto en el corto plazo resulta en que, a pesar de lograr la captación de usuarios, el capital que manejan y los servicios que sus usuarios buscan, no son suficientes para garantizar su éxito” explicó el CEO de AurumCore.
“Uno de los consejos de finanzas personales que se escucha cada vez más, es no meter el dinero en las Fintech, especialmente si las personas no tienen algún ahorro ya establecido en un banco tradicional, se tiene la percepción de que las Fintech no son formales o que el dinero de los usuarios no tiene protección y en cierta medida es verdad, porque no hay un control eficiente sobre el cumplimiento de las normas y regularizaciones”.
La percepción de que las fintech no son seguras puede atribuirse, en gran medida, a que estas organizaciones suelen priorizar la tecnología sobre la eficiencia y funcionalidad de los servicios financieros que ofrecen. Esto puede resultar en un problema respecto al cumplimiento del marco regulatorio, así como en la ausencia de los cuidados necesarios para operar en total compliance con el gobierno y los usuarios.
Priorizar la tecnología y la captación de usuarios con servicios que no tienen ningún diferencial o algo que el mercado considere relevante, deja a un lado el verdadero valor que involucra la fidelización de su producto. Esta estrategia, acompañada de ofrecer a los nuevos clientes beneficios que no son sostenibles en el largo plazo (bonos de adquisición de cuenta, tasas de interés altas de corto plazo, etcétera), no es sostenible ya que un alto porcentaje de clientes dejarán de serlo en cuanto dejen de recibir dichos beneficios.
En este sentido, AurumCore fortalece a las financieras en su eficiencia y oferta, brindando una funcionalidad diferenciada, clave para la fidelización de usuarios, que además se destaca por ser altamente configurable para facilitar el cumplimiento regulatorio, lo que contribuye a una operación más segura y transparente.
Ante la presión de las Fintech por el crecimiento en infraestructura y en usuarios, el capital con el que se les dio la oportunidad de lanzar el emprendimiento les pide crecimiento que no es sostenible, el mercado que atraen no es rentable para sostener la operación en el corto plazo. En este contexto, el modelo comercial y escalable de AurumCore apoya a este tipo de financieras al permitirles ser viables en su crecimiento a corto plazo. Para la gran mayoría de estas Fintech, sus productos son los que las personas ya bancarizadas usan como método de pago en servicios e incluso como caja chica o monedero, porque es donde manejan poco dinero y si se lo roban o lo pierden no hay problema, sin embargo, ese tipo de mercado que están atrayendo no es rentable para ellos.
Las instituciones financieras rentabilizan una o varias de las siguientes cosas, siempre, dependiendo de la licencia con la que estén operando: comisiones, cobradas por una variedad de servicios como la gestión de cuentas, transferencias, emisión de tarjetas, asesoramiento financiero, entre otros; rendimientos, ganancias generadas por inversiones; intereses o margen financiero y tasas de intercambio, las tarifas cobradas por facilitar transacciones financieras como el uso de tarjetas de crédito o débito para pagar bienes y servicios.
La capacidad de una institución financiera para acceder a estos productos y servicios puede estar determinada por la regulación bancaria y las licencias específicas que tenga. Por ejemplo, los bancos comerciales tradicionales pueden ofrecer una amplia gama de servicios financieros, desde cuentas de ahorro hasta préstamos comerciales, mientras que las IFPEs pueden centrarse en servicios más específicos.
A través de estrategias de marketing brutalmente agresivas, las Fintechs han logrado hacer captación de usuarios, pero difícilmente serán capaces de monetizar estos cuatro elementos en gran escala, ni de implementar un modelo de negocio distinto, respetando el marco regulatorio que les garantice un crecimiento sostenido.
“Si realmente comparamos varias de las plataformas de crédito, son lo mismo; tienen forma y marketing diferente, pero en esencia están atacando al mismo mercado, son pocas las que se diferencían y las que lo hacen, no alcanzan el nivel de eficiencia requerido, invierten en crecer su plantilla de empleados para el mantenimiento tecnológico o para la captación de cuentas, pero sus esfuerzos no están en cuidar la eficiencia operativa, la seguridad, en procurar que su crecimiento y sus operaciones sean transparentes y en cumplir con el marco regulatorio, descuidan el potencial del mercado y a pesar de la innovación tecnológica que puedan proponer, no resultan eficientes,” concluye García. Para descargar el white paper visita este link.