¿Cuánto aporto por ley a mi Afore y cuánto debo sumar voluntariamente para mi retiro?
En términos prácticos, si el último salario de un trabajador fue de 10,000 pesos, con la tasa de reemplazo actual (30%) su pensión será apenas de 3,000 pesos, monto insuficiente para vivir dignamente como adulto mayor. Si la tasa de reemplazo fuera del 60%, se podría acceder a una pensión de 6,000 pesos, un escenario muy distinto al anterior.
Por: Principal
La esperanza de vida en México ronda en los 75 años[1] y tener una vejez digna es una aspiración para toda persona. Sin embargo, trabajar a lo largo de décadas para retirarse a los 65 años sin mayores preocupaciones no será suficiente para lograr ese ideal.
La aportación que se destina a las Afores (Administradoras de Fondos para el Retiro) de los trabajadores es de 6.5%, donde el patrón contribuye con 5.150%, el empleado con 1.125% y el gobierno con 0.225%. De seguir por el mismo camino, en un futuro, buena parte de los mexicanos puede que no logren una pensión suficiente.
Para 2050, el Consejo Nacional de Población estima que alrededor de 32.4 millones de personas tendrán más de 65 años, lo que representa que la población de adultos mayores se duplicará, es decir, de representar casi 11% a 21.5% del total de la población.
Del total de adultos mayores, el 43.7% viven en situación de pobreza, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), y de no tomar medidas hoy, la situación se agravará en 30 años[2].
Con el esquema actual de las Afores la tasa de reemplazo (el porcentaje que representa la pensión sobre el ingreso percibido por el trabajador) será alrededor del 30%, cuando diversos organismos internacionales -como la OCDE[3]- recomiendan que ésta oscile entre 60 y 70%.
En términos prácticos, si el último salario de un trabajador fue de 10,000 pesos, con la tasa de reemplazo actual (30%) su pensión será apenas de 3,000 pesos, monto insuficiente para vivir dignamente como adulto mayor. Si la tasa de reemplazo fuera del 60%, se podría acceder a una pensión de 6,000 pesos, un escenario muy distinto al anterior.
Las alternativas que existen para un mejor futuro son pocas y contundentes, y la más viable es ahorrar de manera voluntaria. La calidad del retiro dependerá -en mayor medida- de la cantidad que se ahorre durante la vida laboral, y -en menor medida- de los rendimientos que los portafolios de inversión de las Afores.
Al cierre de agosto, las 10 Afores que existen en México administraban 3.8 billones de pesos, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR); en Afore Principal administramos 249,238 millones de pesos, 78.7% más que hace seis años.
Actualmente, solo 1.9% de los activos administrados por las Afores provienen de aportaciones voluntarias, de acuerdo con la CONSAR, este porcentaje debe aumentar en los siguientes años para acceder a un futuro promisorio.
Las Afores administramos e invertimos el dinero de los mexicanos afiliados al IMSS e ISSSTE, a través de distintos instrumentos como son bonos gubernamentales, acciones nacionales y extranjeras y vehículos con exposición a infraestructura, por mencionar algunos.
El ahorro voluntario tiene ventajas de corto, mediano y largo plazo. De corto plazo, no hay ni impuestos ni cobros si alguien quiere aportar a su Afore y trae consigo beneficios fiscales ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
De mediano y largo plazo, es una de las mejores herramientas para hacer crecer el dinero. El monto que se destina a las aportaciones voluntarias se va acumulando y el rendimiento que otorgan las Afores aplica sobre el monto total; es decir, si más se ahorra, más se gana.
Las aportaciones voluntarias lucen como una alternativa viable, fácil y sencilla para acercarnos a un mejor futuro financiero. Si bien no existe un número mágico al cuál llegar, cada aportación voluntaria que se hace nos permite dar un paso hacia a una vejez digna. La meta dependerá de cada uno y cómo queramos vivir después de los 65 años.