“Día Mundial del Software libre, por una cultura de antipiratería”

Por:  Víctor M. Adames*

El mes de septiembre se celebra el “Día Mundial del Software Libre”, también llamado Software Freedom Day, iniciativa promovida y coordinada por el activista y experto informático estadounidense, Richard Stallman, y la fundación Software Freedom International, organización sin fines de lucro que lleva divulgando y dando a conocer el software libre desde 2004.


Día Mundial del Software libre, por una cultura de antipiratería

Esta celebración no solo está enfocada en mostrar las ventajas de usar el software libre y sus programas, sino también en dar a conocer los beneficios de promover este tipo de herramientas para la sociedad en general. Sin embargo, ¿qué se entiende por software libre? Todo aquel programa informático cuyo código fuente puede ser estudiado, copiado, modificado o mejorado por terceros y suele estar disponible gratuitamente, o al precio de costo de distribución, a través de otros medios.

En ocasiones, al utilizar el término “software libre” suele haber confusión por la ambigüedad en los significados, lo que provoca que el concepto muchas veces sea interpretado de forma errónea como software gratuito y no en su terminología precisa como un software que puede ser modificado y compartido libremente; lo anterior debido a una mala traducción.

De acuerdo con la “Free Software Foundation”, el software libre se refiere a la libertad de los usuarios para ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software; de modo más preciso, se refiere a cuatro libertades de los usuarios del software: la libertad de usar el programa, con cualquier propósito; de estudiar el funcionamiento del programa, y adaptarlo a las necesidades; de distribuir copias, con lo cual se puede ayudar a otros y de mejorar el programa y hacer públicas las mejoras, de modo que toda la comunidad se beneficie (para la segunda y última libertad mencionadas, el acceso al código fuente es un requisito previo).

El software libre suele estar disponible gratuitamente, o al precio de costo de la distribución a través de otros medios; sin embargo, no es obligatorio que sea así, por lo tanto, no hay que asociar software libre a "software gratuito" (denominado usualmente Freeware), ya que, conservando su carácter de libre, puede ser distribuido comercialmente ("software comercial"). Análogamente, el "software gratis" o "gratuito" incluye en ocasiones el Código fuente; no obstante, este tipo de software no es libre en el mismo sentido que el software libre, a menos que se garanticen los derechos de modificación y redistribución de dichas versiones modificadas del programa.

El software libre otorga algunas ventajas a los usuarios a nivel general, pues permite realizar varias funciones como utilizar el programa de acuerdo a diferentes finalidades, de acuerdo a cada caso particular, estudiar el programa y modificarlo de acuerdo al acceso al código fuente, que está a libre disposición. Asimismo, todos los cambios y modificaciones que se hayan realizado, estarán disponibles públicamente, teniendo un mejoramiento y avances en la calidad del programa siempre vigente.

Se puede decir que estas ventajas son las que hacen a un software realmente libre, en contraposición con los programas informáticos convencionales que se propagan de manera privativa, frenando el desarrollo de la comunidad informática. El Software libre no deja de ser comercial, pero su principal objetivo se encuentra en poder expandir redes y dar paso a la innovación. Cuando existen ciertas restricciones en cuanto a la distribución del programa modificado u otros factores externos, El Software libre se ve definitivamente limitado.

Por otro lado, con base en datos de la BSA-The Software Alliance, en Latinoamérica aproximadamente el 52% de las computadoras no cuentan con software legal y conlleva a las empresas a la probabilidad de sufrir ciberataques o perder datos de información importantes.

En México, uno de los factores para que prevalezca el uso del software pirata es la desinformación no solo en temas tecnológicos, sino en la violación a los derechos de terceros, sin darse cuenta de los riesgos que asumen al emplearlo en sus equipos. Por ejemplo, de acuerdo con OFI, empresa de soluciones tecnológicas, el 57% de las compañías utiliza software pirata en sus operaciones.

Es importante que toda persona, incluyendo las empresas, tengan en mente que si no utilizan un software que cuente con la licencia (restringida o de libre uso) respectiva, podrán incurrir en violaciones a los derechos de Propiedad Intelectual de los titulares del software, lo que puede traer un daño en su patrimonio, pues dichas violaciones son sancionadas con multas administrativas y hasta con la cláusula de los establecimientos donde se utilicen dichos softwares.

Por ello es importante difundir la cultura de respetar los derechos de Propiedad Intelectual, y que toda persona se regularice y utilice softwares legales a fin de no infringir derechos de terceros y evitar incurrir en alguna contingencia.

*Víctor M. Adames es socio de signos distintos en BC&B. Asimismo, es abogado y egresado de la Universidad Anáhuac (México Sur). Se unió a BC&B en 2004, fue nombrado asociado de la firma en 2012 y socio junior en 2018. Actualmente, tiene a su cargo las áreas de Marcas y Derechos de Autor de la firma, tanto para gestiones en México como en el extranjero.

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Revista NEO 297

 


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