La inspiración y la motivación son fuerzas distintas. La inspiración es emocional y está relacionada con las neuronas espejo, impulsándonos a actuar. La motivación, en cambio, requiere esfuerzo consciente. Las decisiones singulares, irreversibles, marcan puntos de inflexión en la vida. La neurociencia respalda el rol clave de la inspiración en este proceso.