Edgar Rosas es un “predicador” de la felicidad en el trabajo y nos demuestra cómo ésta tiene relación directa con la productividad de las empresas. Aclara que no se trata de la “felicidad hedónica”, aquella que sólo procura el placer, sino la felicidad que alcanzas a través del esfuerzo por lograr algo y conseguirlo.