La travesía de Stella Artois inicia en el cultivo del lúpulo Saaz en la Republica Checa, donde expertos agricultores se encargan de seleccionar los mejores ingredientes para asegurar esa calidad única en cada gota.
El estudio muestra que los consumidores son conscientes de los desafíos ambientales y quieren ayudar, presentando un llamado a la acción a los restaurantes de todo el mundo.