¿Cómo construir una sociedad más justa e incluyente a través del empleo?
El momento actual resulta apabullante: hoy somos el mayor número de humanos habitando el planeta al mismo tiempo y, además, es la primera vez en que la humanidad ha conquistado vivir la mayor cantidad de años.
Si a eso sumamos que estamos transitando hacia un cambio en la estructura demográfica mundial donde cada vez hay más población que rebasa los 60 años y más, es comprensible el sinnúmero de retos que las sociedades están debiendo enfrentar para atender las crecientes necesidades de esta población.
Aunque la edad de jubilación en México ante el IMSS es de 60 años por cesantía y 65 por vejez, la edad efectiva de retiro de la población promedio podría rondar los 72 años, dada la necesidad de subsanar con más años de trabajo las carencias de un sistema pensionario insuficiente.
Por otro lado, la esperanza de vida promedio de los mexicanos ya se encuentra en los 75 años, según cifras del INEGI, y se calcula que para el 2030 podría llegar a los 76 años (lo que significa un incremento de una década adicional en comparación con la esperanza de vida de hace 40 años, que era de 66 años), y donde las mujeres podrían llegar a vivir 6 años más que los hombres.
Si el trabajo es una condición esencial de la vida humana que impulsa su desarrollo, es la fuente de bienes y servicios que satisfacen sus necesidades y éstas no pueden concretarse en la edad de jubilación, entonces, todos estos factores muestran una tendencia que algunos expertos investigadores como Lynda Gratton han estudiado acerca de la manera en que influirá la longevidad en los humanos en los centros de trabajo y cómo los adultos mayores serán una parte clave dentro de las empresas.
Esta tendencia es cada vez más real, incluso para mercados como el mexicano. Hoy mismo ya hay algunas empresas que están considerando los talentos sin importar factores como la edad, pues saben que esta diversidad enriquece la cultura de la empresa y engrosa el tejido social.
Patricia Cárcamo de 64 años, ya jubilada, fue contratada hace un año en Royal Canin como coordinadora administrativa de Recursos Humanos. Ella esta a favor de seguir aprovechando las capacidades que aún se tienen después de los sesenta años: “Has acumulado mucha experiencia tanto de vida como de trabajo en una empresa y sigues teniendo capacidades físicas e intelectuales que no está bien desperdiciar; y si encima tienes la oportunidad de tener un trabajo donde aprendes cosas como nuevas tecnologías y modos diferentes de trabajar a lo que tu viviste, pues estar activo no solo debe ser un requerimiento, sino además es un privilegio”, afirma.
Como empresa que pertenece a Mars, Royal Canin se rige bajo sus políticas de recursos humanos como las de diversidad e inclusión, cuyo mayor atributo es el respeto a cada individuo, priorizando su talento por sobre cualquier otra característica personal. Este enfoque los prepara a los cambios que ya se están dando en el mundo laboral y que para el 2050 serán la norma.
El reto para los recién egresados
Exactamente del lado opuesto a la participación plena de adultos mayores en el mercado de trabajo se encuentra el reclutamiento de jóvenes recién egresados universitarios.
Si bien en México las franjas de edad que tienen mayor acceso al mercado laboral son: 25 a 34 años (53.2% de las ofertas de trabajo), seguida de la franja de edad de 35 a 44 años (32,5%), para los grupos que no están considerados en ellas, la obtención de empleo se vuelve un reto particularmente difícil de lograr
“Cuando estas buscando empleo por primera vez, comienzas a ver que en los trabajos te piden experiencia de al menos 3 años, y eso te da mucha incertidumbre porque no sabes si tu carrera te asegurará un trabajo y menos cuando no tienes ese requisito que te piden”, explica Alexa Mejía de 23 años y becaria desde hace uno en Royal Canin.
¿Por qué la experiencia representa un reto para quienes buscan su primer empleo? Porque la experiencia, así como la edad y una mejor formación académica afectan la productividad de las empresas, al menos así lo sugirió una investigación en un banco español
En México existen 21.3 millones de jóvenes entre los 15 y 24 años de edad, y parte de ellos ha expresado que sus principales problemas son la falta de oportunidades de empleo y la experiencia que en muchas ocasiones se les impide adquirir Aquellos estudiantes sin experiencia pueden tardar entre seis meses y hasta un año en colocarse en un empleo.
La posibilidad de participar plenamente en el mercado de trabajo constituye uno de los principales factores para la inclusión social y el desarrollo de las personas. Justo en este punto es donde se encuentran los mayores de 60 años y los menores de 24.
“Paciencia, mucha paciencia es lo que se requiere para encontrar trabajo, y la certeza de que en efecto estas aplicando al área y a la empresa que de verdad te gusta”, es lo que recomienda
Fernanda Aguirre, contratada recientemente por Royal Canin y que estuvo durante 2 años trabajando como becaria.
El reto de incluir laboralmente a ambos segmentos de la población es enorme y demanda que las empresas y otras entidades productivas que operan en el país, puedan habilitar acciones concretas para otorgar empleos dignos y así seguir construyendo una sociedad más justa, diversa e incluyente.