Coberturas paramétricas para sismos
Al estar situado dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico -región donde se registra 90% de la actividad sísmica mundial-, México es particularmente vulnerable a los movimientos telúricos.
De acuerdo con la Secretaría de Protección Civil, el país registra más de 90 sismos con magnitudes que superan los cuatro grados en la escala de Richter, cada año (información Secretaría de Protección Civil). Sabemos el impacto de los terremotos como los de 1985 y 2017.
Durante los sismos de septiembre de 2017, las aseguradoras atendieron más de 77 500 siniestros solo en el ramo de Daños y pagaron más de MN$32 millardos. Sin embargo, pese a la magnitud y el impacto de estos eventos, el nivel de aseguramiento en el país es de apenas 2.4% del PIB (AMIS).
Además de las afectaciones que sufren los inmuebles, los negocios y empresas tienen riesgos adicionales cuando ocurre un sismo. De acuerdo con AXA México, en este tipo de escenarios hay interrupciones de la cadena de suministros, pérdidas de inventario, retraso en los pagos a proveedores, entre otras consecuencias que generan pérdidas económicas.
Ante este escenario, los seguros paramétricos han emergido como una opción innovadora y complementaria al seguro de Daños tradicional, ya que se activan automáticamente cuando cumplen los indicadores de magnitud y distancia del epicentro. Esto hace que el proceso de pago sea ágil y transparente al momento en que ocurra un fenómeno de este tipo. “Por ejemplo, supongamos que un hotel adquiere una cobertura paramétrica con una suma asegurada por un millón de pesos, con un parámetro de magnitud de 7.5 grados en un radio de 90 km del negocio. Si el Sistema Sismológico Nacional (SSM) reporta un sismo de magnitud 7.5 o más y ocurre dentro del radio establecido, el asegurado recibirá 100% de la suma asegurada contratada de manera automática” comentó Mario Labastida, director de Daños en AXA México.
El directivo añadió que, al contar con el pago de la suma asegurada con rapidez, los asegurados pueden reestablecer más fácilmente sus operaciones; mitigando el impacto económico por las afectaciones a una zona. Incluso, pueden cubrir el pago directo a proveedores o el deducible de la póliza tradicional de Daños.
Y es que las interrupciones de negocio debido a un sismo de alta magnitud pueden ir desde los tres días hasta las cinco semanas, -cita la revista de Ingeniería Sísmica-, debido a los protocolos de seguridad, suspensión de servicios públicos, hasta los propios daños del edificio, como su estructura o contenidos.
Por último, Labastida concluyó que debido a las múltiples capas de riesgo que conlleva un sismo para los negocios y empresas, es que en el sector asegurador han buscado esquemas más simples en soluciones de protección.