Actualmente, el comercio electrónico contribuye con 2.4% del PIB, por lo que comprender su dinámica y adaptarse a ella podría impulsar aún más este acto.
El recurrir a estrategias y canales digitales para incrementar o mejorar la presencia en línea puede hacer la diferencia entre una empresa exitosa y una desconocida. Saber cómo usarlas adecuadamente será fructífero para cualquier compañía.
Estos hábitos podrían convertir a los usuarios en víctimas de usurpación de identidad, hackeo de e-mail o redes sociales, y robo de dinero, entre otros ciberdelitos.