En México, más de 30 millones de personas presentan hipertensión arterial, y esta condición es una amenaza latente para el desarrollo de insuficiencia cardíaca y/o la enfermedad vascular cerebral (EVC) o infarto cerebral, afecciones que generan discapacidad y muerte en la población adulta. Por lo que la prevención, diagnóstico y atención a los factores de riesgo de estas comorbilidades, demandan atención.