Reinventando el marketing en la era de la transformación digital

Por Gabriela Cabrera, Vicepresidenta de Marketing, Commercial Excellence and S&OP de Whirlpool LAR Norte.

En un sector tan retador de cambio y actualización como es el del marketing, donde las tendencias evolucionan a la par de las tecnologías emergentes, es esencial anticiparse a los desafíos y capitalizar las oportunidades. El año 2024 se presenta como una oportunidad clave en este viaje, donde las estrategias tradicionales se entrelazan con la revolución digital. A través de los datos, reflexionaremos sobre la presencia de la transformación digital en el marketing para poder explorar el panorama futuro.

Gaby Cabrera
Gaby Cabrera. Foto: cortesía.


Comencemos con una revelación: según un informe reciente de la firma de investigación de mercado Statista, el gasto global en publicidad digital superó los $500 mil millones de dólares en 2023, marcando un aumento del 20% con respecto al año anterior. Este crecimiento evidencia la necesidad de las marcas por migrar hacia plataformas digitales, desafiando las estrategias tradicionales.
En el 2024, el marketing digital seguirá siendo una herramienta clave para las organizaciones. De acuerdo con Statista, se espera que el gasto en publicidad digital alcance los $526 mil millones de dólares en todo el mundo. Actualmente, el marketing digital tiene diferentes usos como personalizar y optimizar estrategias, campañas, anuncios o contenidos, e incluso, algunos más avanzados como el neuromarketing y podcasting están empezando a entrar a la escena global.

La migración hacia estrategias digitales no solo refleja una evolución en las preferencias del consumidor, sino que también plantea desafíos significativos para los profesionales del marketing. En este nuevo paradigma, la personalización se erige como el motor del compromiso del cliente. Por ejemplo, con el uso de la inteligencia artificial (IA) se permite la creación de experiencias publicitarias altamente personalizadas. No obstante, este enfoque requiere cuidado y una gestión ética y transparente de la información.

Para entender este fenómeno, es crucial examinar cómo la inteligencia artificial ha permeado el marketing. De acuerdo con el estudio de McKinsey AI in Marketing: From Hype to Impact, la IA ha mejorado la personalización de las campañas publicitarias hasta en un 30%. Este cambio de paradigma redefine la relación entre marcas y consumidores, exigiendo una adaptación ágil de las estrategias de marketing.

Sin embargo, en la encrucijada de la evolución digital, las herramientas vinculadas con la IA se acompañan de otras opciones que transforman la esencia del marketing contemporáneo y plantean nuevos retos. La realidad aumentada (RA), por ejemplo, es otra fuerza transformadora en el marketing. De acuerdo con el reporte Augmented Reality Market, se anticipa que, para 2024, más del 70% de las marcas líderes integrará experiencias de RA en sus campañas, sumergiendo a los consumidores en narrativas interactivas y redefiniendo la conexión emocional con los productos. Este avance presenta una oportunidad única para cautivar a audiencias de manera innovadora.
La IA y RA son catalizadores de la transformación de la interacción marca-consumidor. Sin embargo, a medida que las marcas exploran la implementación de experiencias de esta índole, se enfrentan al desafío de equilibrar la innovación con la accesibilidad. La creación de campañas envolventes y significativas en el espacio de la transformación digital requiere una inversión considerable en tecnología y una comprensión profunda de las preferencias del consumidor, desafiando así las tradicionales estrategias publicitarias centradas en productos.

Philip Kotler, padre del marketing moderno, ha señalado que el panorama del marketing es cada vez más complejo para las marcas y, sin duda, la adaptabilidad es la clave. Aquellas marcas que abracen la transformación digital no solo sobrevivirán, sino que prosperarán en el nuevo panorama empresarial. Es inevitable que la experiencia de compra de los consumidores cambie con el tiempo por lo que es crucial entender claramente cómo funciona el contexto del ecosistema comercial.
Esta adaptabilidad proclamada por Kotler no sólo implica la integración de tecnologías como la IA y RA, sino también una mirada crítica hacia la seguridad digital. A medida que las marcas avanzan hacia la transformación digital, la necesidad urgente de salvaguardar la integridad de los datos y la confianza del consumidor en la era digital.

Los especialistas del marketing trabajan con gran cantidad de datos e información que puede estar comprometida en su seguridad. Además, la ciberdelincuencia es una amenaza en constante evolución y actualmente, ningún usuario de internet está exento de sufrir algún incidente o ataque cibernético. De acuerdo con Deloitte, entre octubre de 2018 y 2019, se registraron 300 millones 868 mil 532 ataques por malware, lo que muestra un incremento de 31% en dichos delitos.

En el contexto de la creciente amenaza cibernética, la confianza del consumidor también se convierte en un activo fundamental para las organizaciones, lo que genera la necesidad de invertir en robustas medidas de seguridad para proteger la integridad de los datos del consumidor y preservar la confianza en la marca. Además, la ciberseguridad no solo se trata de defenderse contra ataques, sino de establecer un diálogo transparente con los consumidores sobre las medidas de seguridad implementadas. 

La comunicación proactiva sobre prácticas de ciberseguridad refuerza la confianza del consumidor y posiciona a las organizaciones como guardianes responsables de la información que manejan. En este sentido, la ciberseguridad no solo se presenta como una necesidad operativa, sino como un pilar estratégico para fortalecer la conexión emocional y la lealtad del cliente en un entorno digital cada vez más complejo.

Además, según un artículo de Fortinet, la ciberseguridad es una preocupación creciente para las organizaciones a medida que las tácticas de los ciberdelincuentes son cada vez más sofisticadas. Gartner proyectó que las organizaciones gastarían más de $123 mil millones de dólares en seguridad en 2020 y proyectó que esa cifra crecería a $170, 400 millones de dólares para 2022, subrayando la importancia de la ciberseguridad en el marketing digital.}

En este panorama dinámico, donde la personalización, la IA, la RA y la ciberseguridad convergen, las organizaciones encontrarán diferentes obstáculos hacia la perfección del marketing digital. El análisis detallado de estas tendencias revela no solo los desafíos inminentes, sino también las oportunidades estratégicas para aquellos dispuestos a adoptar la innovación. La adaptabilidad es indispensable para que las marcas puedan existir entre la tecnología, la ética y la confianza del consumidor que siempre están en constante evolución. 

Al forjar una nueva era en el marketing, la sinergia entre la tecnología y la humanidad se convierte en la clave para no sólo mantenerse a flote, sino para prosperar en un entorno digital cada vez más complejo y emocionante.

En conclusión, el marketing en 2024 se erige como un terreno fructífero para la innovación y la reinvención estratégica. La fusión de datos, documentación informativa y perspectivas de futuro demuestra que la adaptabilidad y la integración de tecnologías emergentes son imperativas. Como líderes en el sector, abrazar estos cambios no sólo es una necesidad, sino una oportunidad para liderar el camino hacia el futuro del marketing.
 

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Revista NEO 297

 


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