Auto eléctrico, autónomo o conectado, ¿hay alguna opción para tu negocio?
Por Fábrica de Pymes, de AT&T
Lo que alguna vez pensamos que solo iba a suceder en películas o dibujos animados, finalmente llegó: hoy convivimos con vehículos eléctricos, autónomos y conectados que forman parte de nuestras vidas.
Pero ¿cuál es la diferencia entre cada uno de ellos?, ¿hacia dónde marca la brújula el avance tecnológico?
Empecemos por decir que los vehículos que controlan su propio movimiento sin la intervención del conductor y utilizan la inteligencia artificial (IA) son considerados vehículos autónomos.
Los autos eléctricos, por otro lado, son aquellos que no necesitan combustible para funcionar y aunque han llegado a convertirse en una solución debido a la necesidad de opciones de movilidad, es cierto que todavía hay algunos temas que dificultan su adopción, por ejemplo, el alto costo para el consumidor o la necesidad de crear una infraestructura de carga adecuada.
Ahora bien, un auto conectado puede convertirse en un punto de acceso Wi-Fi gracias al Internet de las Cosas (IoT), que le permite al usuario conectar varios dispositivos a internet para hacer streaming, explorar, compartir y más desde la ruta.
Otra de las ventajas de tener un vehículo conectado es la telemetría, que permite tener un seguimiento activo para monitorear la ubicación de los vehículos en tiempo real, así como la velocidad y kilometraje. Esta herramienta puede generar notificaciones y alarmas sonoras en caso de violaciones a las reglas de conducción, reportes de las condiciones de los vehículos y hábitos de conducción, y finalmente disminuir el riesgo de multas y accidentes.
En la actualidad, hay alrededor de 342 millones de autos conectados a internet en todo el mundo. Además se estima que para 2025, uno de cada dos vehículos que circulen por las carreteras de la Unión Europea y de Estados Unidos estará conectado.
