De la marca personal a la marca social

Por Ana Laura Solano

Nos toca vivir en un mundo cambiante, volátil, impredecible, donde la incertidumbre puede traer nuevas oportunidades. A este ritmo es que los hábitos del consumidor cambian, y las marcas que lo saben toman la delantera. ¿Pero cuál será la tendencia en el tipo de negocios y emprendimientos para los siguientes años?

Social

En el ranking de BrandZ de Kantar, se menciona que la innovación y creatividad son los detonadores del crecimiento; las marcas de tecnología continúan dominando, representando más de un tercio (37%) del valor de marca en el Top 100, donde Amazon mantuvo su posición como la marca más valiosa del mundo con un crecimiento del 32% hasta alcanzar los 415.900 millones de dólares.

Datos como este indican que la tendencia seguirá centrándose en las empresas de tecnología, y no es extraño ni negativo; no obstante, hay consideraciones que no se deben escapar como el aspecto social; Kantar en el estudio Media Trends and Predictions 2021 refiere que los consumidores españoles se interesan más en las marcas que ofrecen algo a la sociedad.

Pues bien, sabemos que el consumidor actual está cada vez más interesado en comprar con aquéllas marcas que además de ofrecer productos y/o servicios de calidad, están comprometidas en apoyar causas sociales, sean medioambientales o hacia grupos que presentan rezagos; y sea por el hecho de seguir esta demanda, por el interés genuino, por responsabilidad, o una mezcla de éstas, las marcas responden con acciones, y el marketing social aparece creando ideas como una forma de llegar a los usuarios.

De acuerdo al blog de BBVA, el marketing social podría definirse como el uso de técnicas de mercadotecnia para difundir ideas que beneficien a la sociedad. El objetivo es que las personas adopten ideas o comportamientos positivos.

Lo recomendable es que las acciones sean parte de una estrategia, para que puedan aplicarse de manera continua.

Pensando en lo que nos deja el 2020, que sin duda será recordado por todos, y lo que viene en este 2021 para las marcas, vale la pena hacer la pregunta ¿Qué haría de diferente y qué aportaría cómo marca para mejorar la vida, no sólo de mis colaboradores, y consumidores, sino de aquéllos grupos sociales que continúan en el camino por acceder a mejores oportunidades?

En este sentido, considerar la economía social como eje rector no vendría mal a la sociedad, al contrario, cobraría aún más sentido el término “humanización de marca”. Y por economía social, podemos entender lo que refiere la CEPES (Confederación Empresarial Española de la Economía Social), que se refiere al conjunto de actividades económicas y empresariales privadas, que persiguen, además del interés colectivo de sus integrantes, el interés general, tanto económico como social.

De aquí se desprenden precisamente los emprendimientos sociales, de los que escuchamos cada vez más, y que son tan necesarios para ofrecer alternativas de mejora en todo el mundo.

Se tienen dudas de si este tipo de emprendimiento puede ser sostenible, y es normal, sabemos que no es sencillo mantener la rentabilidad de una empresa, y más cuando la raíz no está en que las ganancias sean únicamente para el empresario, sino en mantener vivo el proyecto y propósito de  contribuir al bienestar social; no obstante, hay muestras de que es posible y viable.

Jairo Ruiz Nava, director nacional de Emprendimiento Social innovador (ESi), del Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera, del Tecnológico de Monterrey menciona: “Hay empresas sociales en México que ganan 10 millones de pesos anuales, nada despreciable, porque hay empresas comerciales que ni a un millón de pesos de ganancias anuales llegan”.

Además, James Austin, cofundador de la Social Enterprise Initiative de la Escuela de Negocios de Harvard, menciona: “Las oportunidades comerciales son escasas, mientras que las necesidades en el mundo son muchas”. Buen punto a tomar en cuenta, por que aún hay mucho por hacer y explorar en el campo del emprendimiento social.

Por otra parte, componentes como la creatividad, innovación, y apoyo, deben estar presentes para que este tipo de proyectos puedan ser exitosos, y se mantengan en el tiempo.

Y entonces, puede ser el momento para promover en mayor medida el crecimiento del emprendimiento social, cambiar un poco el enfoque y la forma de hacer economía, para no sólo ver el beneficio individual como marca, sino el beneficio de la marca en el entorno social.

Tiempo ideal para crear más soluciones a las problemáticas sociales y medioambientales, para avanzar hacia un mundo más equitativo y habitable.

De salir de la esfera, de la marca personal a la marca social.