La tecnología que ayuda a monitorear la salud
Como cada año, este 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, una fecha que se estableció para crear conciencia y hábitos sanos en las personas. Así, una manera en la que todos pueden conmemorarla es dando un giro radical en su estilo de vida de la mano de la tecnología de los wearables.
Contrario a lo que algunas personas podrían llegar a suponer, la tecnología se ha vuelto una aliada en varios aspectos: hoy ya no solo es un gran apoyo para trabajar o estudiar, sino también para mantener un estado de salud óptimo.
Tan solo hay que observar el último año, donde mucha gente pasó la mayor parte de su tiempo en casa limitándose a moverse de su recámara a la sala, o hacia la cocina y a otros sitios de su hogar. Esto llevó a incrementar el número de personas con síntomas de depresión, ansiedad y estrés, detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, un estudio de la Universidad de Michigan muestra que una solución para estos padecimientos es ejercitarse. Para ello, las apps y los wearables como los smartwatches o las bands han sido grandes aliados para ejecutar cualquier rutina desde donde sea, así que no importa si es en un parque o en el interior de casa, hoy es posible.
Los usuarios se están dando cuenta de ello y cada vez están consumiendo más estos dispositivos. De hecho, el año pasado, IDC calculó un crecimiento interanual del 14.5% en el envío global de wearables. La consultora mencionó que ésta sería una tendencia en los siguientes años, ya que pronosticó que entre el 2020 y el 2024 este mercado tendría un crecimiento de doble dígito a nivel mundial, alcanzando una tasa de crecimiento interanual del 12.4%.
Pero ¿a qué se debe esta alta en los wearables y por qué de un momento a otro los adoptaron los consumidores cuando antes solo se consideraban un producto de lujo?
Los wearables ya son entrenadores personales y cuidan de tu salud
El hecho de que cada vez más personas adquieran un smartwatch o una band se debe a que estos dispositivos ya ofrecen rutinas de entrenamiento para todos los niveles, así que no importa si los usuarios son principiantes o avanzados. Muchas veces, los dispositivos integran entrenadores animados para que se muestre cómo ejecutar cada ejercicio a detalle. Y además, les avisan a los usuarios cuando es hora de ponerse en movimiento, porque han pasado varias horas sentados o acostados.
Tal es el caso de HONOR, el cual es considerado uno de los pioneros en utilizar el monitor de oxígeno en la sangre (SPO2) dentro de sus wearables. Adicional a esto, los dispositivos cuentan con otros sensores que permiten monitorear algunos indicadores vitales[1], como el ritmo cardiaco, y otros como el nivel de estrés y la calidad del sueño, los cuales les ayudarán a los usuarios a tener en rango aproximado sobre su estado de salud en tiempo real, lo cual los impulsará a mejorar su estilo de vida o a mantenerlo.
Tanto los relojes inteligentes como las bands almacenan el progreso en los entrenamientos y en la salud de los usuarios, para entregar un reporte semanal, mensual y anual. Este tipo de dispositivos suelen trabajar de la mano de aplicaciones, ya que ahí concentran esta información e incluso, a través de ellas, se dan recomendaciones para mejorar cada aspecto.
Se menciona que los fabricantes de wearables como HONOR están prestando cada vez más atención a las nuevas necesidades de los usuarios y buscan cubrirlas innovando en cada uno de sus productos. Sin importar si estos son de gama de entrada, media o alta, se están diseñando dispositivos para que todas las personas puedan tener acceso a tecnología inteligente que les ayude a cuidar de su salud en todo momento. Y los usuarios pueden estar seguros de que siempre podrán ir un paso más allá en su autocuidado, ya que contarán con la mejor tecnología del mercado.