Vida Circular: vitalizar el post-consumo
En nuestras actividades diarias consumimos algún producto o servicio para nuestra supervivencia, bienestar o productividad; Como consumidores debemos aprender a consumir de forma responsable y también entender cuál debe ser el manejo de los residuos y de los materiales. Aunque muchas veces es difícil reemplazar ciertas prácticas, sí es posible crear hábitos más sustentables y amigables con el medio ambiente que permitan satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de futuras generaciones.
De acuerdo con el Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de Basura 2020, realizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, al día se generan 0.944 kg por habitante y la generación total de residuos en el país se estima en alrededor de 120 000 toneladas al día. De estos residuos generados se recolectan aproximadamente 100 000 toneladas al día para su procesamiento, lo que representa una cobertura a nivel nacional del 84%. El resto de los residuos no logran ser recolectados con la posibilidad de llegar a los ecosistemas naturales.
La mayoría de estos residuos que se recolectan se pueden convertir en diferentes objetos y materia prima post consumo, sin embargo, esto solo se puede conseguir a través de procesos y tratamientos adecuados a partir de un proceso de acopio y de reciclaje. Un ejemplo de ello, son los envases de PET o HDPE, los cuales se pueden reciclar para convertirlos nuevamente en botellas, a partir de procesos de reciclaje.
Aunque se han logrado avances importantes para mejorar la eficiencia de los recursos a través de la Economía Circular, hoy en día el mundo es circular solo en un 9%, de acuerdo con WWF (World Wildlife Fund) . Si esta tendencia al desperdicio continúa, al 2030 necesitaremos más de 1,7 planetas para satisfacer las necesidades de recursos naturales del mundo.
Ante este contexto, el modelo circular desvinculado del consumo de recursos finitos y capaz de ofrecer sistemas económicos resilientes debe ser considerado como la siguiente ola de desarrollo.
La Economía Circular tiene el objetivo de ayudar a disminuir el uso de los recursos, a reducir la producción de residuos y a limitar el consumo de energía; sin embargo, este modelo también permite la generación de nuevos empleos, la innovación en materiales y productos, y el desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías que permitan mayores oportunidades de crecimiento y negocio.
La Fundación Ellen MacArthur, advierte que la economía circular tiene el potencial de generar ahorros por US$200 millardos al año, reducir los gases de efecto invernadero en un 25% y crear 700 000 empleos adicionales netos para 2040.
Especialistas de Vida Circular, -grupo multidisciplinario de personas, empresas y organizaciones preocupadas en encontrar soluciones que favorezcan el medio ambiente a través de la economía circular y de los productos y recursos naturales-, la materia prima post-consumo es una oportunidad para reutilizar los residuos y así reincorporarlos a la cadena de valor. El objetivo es generar un círculo virtuoso que impulse un modelo de recuperación y que incremente la demanda de artículos reciclados, disminuyendo de esta manera el impacto ambiental y brindándoles una vida más sustentable a los productos.
Vida Circular ha desarrollado una serie de iniciativas de educación sobre la economía circular y sobre la promoción de la cultura del reciclaje de plástico que permitan conocer e identificar de qué forma el sector público, privado y la sociedad pueden colaborar para mejorar nuestro entorno.
Esta organización recomienda a los consumidores seguir estos pasos:
1-Tomar conciencia del impacto ambiental que tienen nuestros residuos.
2-Elegir productos que sean fácilmente reciclables o que incluyan material reciclado post-consumo.
3- Separar residuos desde casa u oficina: PET, HDPE, cartón, vidrio, entre otros materiales.
4-Entregar los residuos separados en centros de acopio o a los recolectores que puedan darle un valor post-consumo.
El objetivo de Vida Circular es generar conciencia hacia una vida más sustentable. Todos los materiales tienen ventajas y de nosotros depende aprovecharlas, por tanto, resulta primordial cambiar la manera de cómo nos relacionamos con el planeta.