Beneficios de una oficina de transferencia de tecnología para tu empresa
Por: Karla Roxana Aispuro Castro, M.Sc.
La tecnología es una de las fuentes principales de la competitividad de las empresas y de cualquier organización toda vez que integra conocimiento, experiencia, equipo, instalaciones y software, y permite la generación de nuevos productos, procesos, servicios y sistemas, así como mejoras a los que ya existen[1].
De manera general podemos considerar que la transferencia de tecnología es el proceso mediante el cual se incorpora nuevo conocimiento a la base tecnológica interna (transferencia hacia adentro o adquisición) o de un tercero (transferencia hacia fuera u oferta), esto se hace idealmente a través de la formalización de un contrato mediante el cual el titular o dueño de los derechos de uso y explotación del conocimiento transmite ese derecho a un tercero generalmente para su comercialización.
La transferencia de tecnología tiene el objetivo de que el receptor de la tecnología pueda obtener valor de la adquisición de ese conocimiento que principalmente se traduce en un aumento de ventas, disminución de costos de operación, mejoras de procesos internos y/o desarrollo de ventajas competitivas sobre otros competidores.
Podemos identificar empresas que desarrollan tecnología que pueden utilizar internamente o transferir a terceros; o empresas que principalmente adquieren tecnología de terceros, pues no tienen la capacidad de investigación y desarrollo interna o que por estrategia les es más sencillo adquirir tecnología de otras empresas. Dentro de los beneficios que una empresa tiene por la adquisición y/o transferencia de tecnología podemos mencionar:
-Tener acceso a mercados extranjeros cuando no se tiene la capacidad de distribución/venta en otros países.
-Ahorro de recursos e inversión en investigación y desarrollo.
-Mantener participaciones de mercado.
-Reducir costos de producción.
-Maximizar el uso de activos de la empresa que no se pueden utilizar de otra manera.
-Primer paso para establecer alianzas.
-Llegar al mercado más rápido.
-Beneficiarse de la exclusividad que tiene el titular de los derechos de propiedad intelectual correspondientes.
La decisión respecto de la adquisición u oferta de tecnología dependerá de las capacidades de la empresa. Es importante mencionar que la base de la transferencia de tecnología radica en que una empresa sea titular de derechos de propiedad intelectual como, por ejemplo: patentes, modelos de utilidad, diseños industriales, derechos de autor y secretos industriales. Si se tiene la titularidad de algún derecho de propiedad intelectual, la transferencia de tecnología es posible.
En este sentido, para facilitar los procesos de protección del conocimiento y transferencia de tecnología dentro de la empresa, es recomendable que exista un área especialista en estos temas, figura que en años recientes se ha identificado como una oficina de transferencia de tecnología (o Chief Intellectual Property Officer - CIPO).
La oficina de transferencia de tecnología debe ser el área en la empresa que defina la estrategia de propiedad intelectual, por ejemplo respecto de lo que se debe o no proteger (considerando que exista investigación y desarrollo internamente), identificación de los riesgos de infracción de derechos de terceros por la comercialización de un nuevo producto y de llevar a cabo cualquier due dilligence de tecnología, en caso de que la empresa tenga interés de adquirir tecnología de terceros, es decir, debe apoyar en la definición de la estrategia de protección y/o transferencia de tecnología que tiene una empresa con el fin de mejorar sus procesos internos e incrementar la competitividad de la misma frente a sus competidores.
Contar con un área especializada para la protección y transferencia de tecnología es muy beneficioso para las empresas pues ésta puede aportar información valiosa desde el punto de vista de tendencias tecnológicas, de mercado y de disminución de riesgos que permita tomar mejores decisiones a las empresas con el fin de incrementar sus capacidades tecnológicas y competitivas en la oferta de sus productos y/o servicios en el mercado.
[1] Gestión Tecnológica, Conceptos y Prácticas. J.L. Solleiro y R. Castañón. CONACYT / Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; Plaza y Valdés México
*Roxana Aispuro, es abogada de la firma legal y de negocios BC&B, cuenta con experiencia en Gestión de la Innovación y Propiedad Industrial. Participa activamente en foros relacionados con la Propiedad Intelectual tanto en México como el extranjero.