Fuckup Nights: ¿Cómo convertir el fracaso empresarial en crecimiento?
Fuckup Nights presenta el primer estudio para convertir el fracaso empresarial en crecimiento
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El fracaso siempre sucede. En el ámbito corporativo, su importancia radica en lo que las empresas hacen con él. Si ante el primer fracaso las mentes detrás de una empresa se rindieron, su historia es distinta. De ahí la importancia de que las empresas aprendan a gestionar el fracaso en lugar de evitarlo o rechazarlo.
“El fracaso es como un elefante en la habitación: grande, pero a menudo ignorado. Las empresas temen reconocerlo por miedo a dañar su reputación, perder inversionistas o desmotivar a su equipo”, afirma Eric Jiménez, gerente general global de Fuckup Nights.
Fuckup Nights tiene como objetivo transformar las culturas corporativas promoviendo la seguridad psicológica, impulsando el rendimiento y la innovación. Durante la última década, la organización ha ayudado a asistentes en 300 ciudades y cientos de organizaciones de diversas industrias a superar el miedo al fracaso y fomentar un crecimiento saludable. Fuckup Nights es un movimiento global enfocado en crear experiencias que deconstruyan la percepción de fracaso. Ofrece una gama de servicios.
Para apoyar a las empresas a gestionar el fracaso e implementar en sus equipos una mentalidad de crecimiento, FuckUp Nights lanzó el primer estudio “Gestión del Fracaso”, un documento que profundiza en la relación que tienen los colaboradores con el fracaso, sus causas, y sobre todo, brinda la información clave para implementar estrategias que ayuden a afrontarlo.
“La falacia de que el perfeccionismo es el camino hacia el éxito se ha enraizado en la cultura empresarial, sin embargo una gestión del fracaso adecuada provocará que la organización no sólo mejore las dinámicas de colaboración, sino que logre aumentar la productividad y la innovación, así como reducir los gastos innecesarios y el tiempo de trabajo”, dijo Jiménez.
¿Cómo pasar del fracaso al crecimiento?
De acuerdo con Fuckup Nights, vencer la mentalidad de fracaso no se trata de un proceso sencillo, sin embargo, sí es posible. En principio, es vital definir el tipo de relación con el fracaso que impera en la organización; después, es necesario poner el acento en el proceso más que en la metas, esto traerá una motivación intrínseca, facilitará el aprendizaje contínuo y creará un ambiente de confianza y crecimiento personal.
Hábitos, ¿aliados o enemigos?
Los hábitos son la esencia de la vida. Desde el momento en que una persona se despierta hasta que se acuesta está constantemente envuelta en una serie de rutinas y comportamientos automatizados. Son como los cimientos de un edificio: sólidos, invisibles y fundamentales. Pero, ¿qué papel tienen los hábitos en la gestión del fracaso?
Construir hábitos es como entrenar al cerebro para que funcione de manera más eficiente. Permite a las personas realizar tareas sin tener que pensar demasiado y liberar recursos para enfocarse en otras actividades, se explica en el documento.
“Los hábitos positivos nos proporcionan una red de seguridad que nos ayuda a superar los momentos difíciles. Son como un salvavidas en medio de la tormenta. Mientras que los negativos suelen ser el combustible que alimenta el fracaso. Es fácil caer en patrones autodestructivos cuando las cosas no van como esperábamos, por ello, es fundamental reconocer hábitos dañinos y reemplazarlos”, considera Eric Jiménez.
¿Por qué se equivocan los equipos de trabajo?
Como parte de estudio, FuckUp Nights aborda las principales razones detrás del fracaso entre las que destacan:
● Desviación: Cuando una persona no sigue un proceso o una práctica prescrita.
● Falta de atención: Cuando el colaborador se desvía inadvertidamente de las especificaciones.
● Falta de capacidad: Cuando se carece de las habilidades, condiciones o formación necesarias para ejecutar un trabajo.
● Proceso inadecuado: Cuando una persona competente sigue un proceso prescrito, pero defectuoso o incompleto.
● Tarea difícil: Cuando una persona se enfrenta constantemente a dificultades para ejecutar una misma tarea.
● Complejidad del proceso: Cuando un proceso compuesto de muchos elementos se rompe al encontrarse con nuevas interacciones entre ellas.
● Incertidumbre: Cuando la falta de claridad sobre los acontecimientos futuros hace que las personas tomen medidas aparentemente razonables que producen resultados no deseados.