Biodigestores: clave para reducir emisiones
Los sistemas agroalimentarios son responsables de más del 30% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En respuesta a esta problemática, diversas iniciativas están emergiendo para promover alternativas energéticas sostenibles y limpias en el sector agrícola.
Una de estas soluciones es el uso de biodigestores, una tecnología que permite a los pequeños productores convertir los desechos de su ganado en energía renovable y biofertilizante. Este proceso ayuda a capturar los gases de efecto invernadero que de otro modo se liberarían al descomponerse los desechos al aire libre, reduciendo así la huella de carbono de la agricultura.
En México, se generan alrededor de 150 millones de toneladas de residuos ganaderos, sólidos urbanos y forestales cada año. Aprovechar estos residuos mediante biodigestores puede producir biogás y reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta tecnología también ofrece beneficios económicos y sociales al mejorar la productividad agrícola y proporcionar acceso a energía renovable.
A nivel global, el uso de biodigestores ha permitido la producción de más de 199 millones de m³ de biogás anuales, mostrando el potencial de esta tecnología para contribuir a la sostenibilidad en el sector agrícola. Soluciones como Sistema.bio proporcionan innovadores biodigestores que transforman los desechos de ganado en energía renovable y biofertilizante. Este proceso no sólo captura gases de efecto invernadero, evitando su liberación a la atmósfera, sino que también mejora la productividad agrícola. Además, la implementación de biodigestores está alineada con la agenda climática global, buscando impactar positivamente en las economías rurales y reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Para el año 2025, se espera que las tecnologías de biodigestores beneficien a millones de personas, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero en millones de toneladas y generando significativos beneficios económicos. Con objetivos a largo plazo, como la reducción del 1% de las emisiones globales anuales para 2030, los biodigestores representan una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático y en la promoción de prácticas agrícolas más sostenibles.