Descubre la magia de la Laguna de San Ignacio y su fauna marina
Cada año, entre enero y abril, la Laguna de San Ignacio en Baja California Sur se convierte en un santuario natural para la ballena gris (Eschrichtius robustus). Ubicada a 58 kilómetros del poblado de San Ignacio, esta laguna forma parte de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, uno de los ecosistemas más importantes para la conservación de esta especie.
![Laguna de San Ignacio](/sites/default/files/inline-images/san_ignacio_ballenas%20%281%29.jpg)
Tras un recorrido de aproximadamente 10 mil kilómetros desde las frías aguas de Alaska, las ballenas grises llegan a la laguna para completar su ciclo reproductivo. Con dimensiones que oscilan entre los 12 y 16 metros de longitud, estos mamíferos marinos utilizan su extraordinaria capacidad de orientación para regresar a las mismas aguas en las que nacieron.
El ritual de cortejo y apareamiento
El avistamiento de ballenas en San Ignacio permite presenciar uno de los espectáculos naturales más fascinantes: el ritual de cortejo y apareamiento. Durante este proceso, las ballenas grises realizan saltos y movimientos sincronizados, suspendiendo sus aletas caudales y pectorales sobre la superficie del agua. Este ritual puede extenderse desde unas pocas horas hasta varios días.
Estudios han documentado que, en muchos casos, el apareamiento involucra a tres ejemplares: una hembra y dos machos. La hembra se alinea vientre con vientre con uno de los machos, mientras el otro facilita la cópula empujándola hacia su pareja. Al año siguiente, muchas de estas hembras retornan a la laguna para dar a luz a sus crías en aguas seguras y poco profundas.
Conservación y turismo responsable
La comunidad de San Ignacio, además de preservar su patrimonio arquitectónico misionero, mantiene un fuerte compromiso con la conservación ambiental. La observación de ballenas en la Laguna de San Ignacio se realiza bajo estrictas normas de sustentabilidad, garantizando una experiencia responsable que minimiza el impacto en el ecosistema.
A través de operadores certificados, los visitantes pueden embarcarse en travesías que permiten apreciar de cerca a estos majestuosos cetáceos, siempre bajo lineamientos que priorizan el bienestar de la fauna marina. Además del avistamiento, San Ignacio ofrece opciones de hospedaje en campamentos ecológicos y actividades al aire libre como caminatas y kayak, consolidándose como un destino ideal para el ecoturismo.
Ubicado a aproximadamente 15 horas por carretera desde Tijuana y a 5 horas de Loreto, San Ignacio representa un punto de encuentro entre la majestuosidad del desierto y la riqueza del mar. Su laguna, considerada uno de los sitios más relevantes para la observación de ballenas en México, invita a vivir una experiencia inigualable en armonía con la naturaleza.