Tijuana, la frontera de oportunidades
Tijuana, la frontera de oportunidades
Por María del Carmen Lezama, directora de Planeación Estratégica, Mexa Creativa
¿Qué piensas cuando te hablan de Tijuana? Algunos podrían imaginar una ciudad de paso marcada por el muro que divide a México de Estados Unidos. Pero esa línea, más que separar, conecta.
En esta tierra donde coexisten culturas, economías y aspiraciones, se desarrolla una dinámica social única en México: una conquista silenciosa basada en la movilidad, la resiliencia y la reinvención no solo de quienes están, sino también de quienes llegan.

Tijuana y su conexión con “el otro lado”
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración, la Garita de San Ysidro, una de las que conecta Tijuana con California, es la más transitada del mundo, con un promedio de 70,000 vehículos y 20,000 peatones que cruzan diariamente.
Este intercambio constante ha hecho de la ciudad un polo de atracción para quienes buscan mejorar su calidad de vida sin renunciar a su identidad mexicana.
En Mexa Creativa nos dimos a la tarea de conocer de cerca esta realidad y descubrimos que Tijuana es una ciudad que no solo recibe, sino que abraza, transforma e impulsa a quienes llegan.
La frontera como punto de partida
“En Tijuana hay reglas no escritas que se acatan”, nos dijo Don Joaquín, uno de los muchos personajes que hacen vida en la ciudad. Y es cierto, aquí el tiempo se mide diferente, se trabaja doble y, por si fuera poco, hay tiempo para ir a los parques a escuchar danzón, bailar o jugar dominó al terminar la jornada laboral.
Según datos del INEGI, Tijuana aporta el 6.2% del PIB de Baja California y destaca por sectores como la manufactura, el comercio y los servicios. Pero, más allá de las cifras, lo que verdaderamente mueve a la ciudad es su gente, personas como Alejandro, originario de Ciudad Obregón, que no solo encontró en Tijuana oportunidades, sino también su identidad: “Aquí encontré lo que no me daba mi ciudad: ser yo”.
Ciudad cosmopolita con sabor a México
Tijuana tiene características que la hacen única. En sus calles conviven taquerías con alrededor de 30 salsas regionales, fuentes de soda al estilo gringo y tiendas de artesanías vaqueras. “Aquí no se le hace el feo a nadie”, afirma Don Víctor, otro testigo de la calidez que define a esta urbe.
El muro que divide y une a la vez
El muro entre San Diego y Tijuana, símbolo de separación para muchos, es también espacio de memoria, arte y resistencia. “Vuela alto, princesa”, reza uno de los mensajes escritos por Mamá Rosa para su hija Yazmín que partió al norte. El muro guarda sueños, despedidas y también esperanzas de regreso. Para muchos, no es un obstáculo, sino un punto de conexión emocional.
La economía binacional detrás del muro
Del otro lado del muro cambian diversas cosas, pero no la esencia. Fausto, un mexicano de 56 años, lo resume: “Allá te dan la quebrada”. Se refiere a las oportunidades que encuentra en territorio estadounidense, donde trabaja y ahorra para poder llevar a su hijo a “una vida mejor”.
El fenómeno del trabajador transfronterizo es clave en la economía regional. Se estima que más de 120,000 personas cruzan diariamente para trabajar en Estados Unidos y regresan a dormir a México, beneficiándose del tipo de cambio entre el dólar y el peso.
Esta práctica, que ha derivado en modelos de negocio de personas visionarias e ingeniosas como la compra de autos en subastas estadounidenses, tunearlos y revenderlos en Tijuana con márgenes de ganancia del doble o triple.
Tijuana es más que una ciudad fronteriza, es un territorio estratégico, cultural y económico que se ha convertido en un punto clave para el desarrollo del país.
Una lugar para quedarse
“Acá hay de todo, no hay para qué regresar”, nos dijo un migrante que cruzó por la Garita de Otay hacia Los Ángeles. La frase resume el espíritu de los mexicanos en la ciudad estadounidense: es un lugar donde los oficios tradicionales encuentran nuevas formas de subsistencia, donde los que vienen por un tiempo se quedan, y donde cada día se reinventan vidas, negocios y sueños.
Esta vida de los mexicanos “al otro lado” la podemos ver en lo inimaginable: desde una figura de San Judas en el transporte público hasta las tradicionales cartulinas amarillas en un mercadito del East LA que, dicho sea de paso, son muy similares a las que podemos ver en Tepito o La Lagunilla de la Ciudad de México.
Así, en tiempos donde las fronteras suelen verse como límites, Tijuana nos recuerda que también pueden ser un punto de conexión. La ciudad, con su mezcla de culturas, su pulso económico binacional y su alma resiliente, es el inicio de nuevas realidades para las personas y las familias. Y mientras haya mexicanos que busquen llegar “al otro lado” con la mirada puesta en un futuro mejor, Tijuana seguirá siendo no solo una ciudad de paso, sino una ciudad de oportunidades.
Desde Mexa Creativa, entendemos que ciudades como Tijuana no solo inspiran historias, sino también estrategias para las marcas. Esta frontera llena de contrastes y oportunidades nos enseña que la verdadera comunicación surge cuando entendemos a las personas, sus contextos, sus historias de vida y aspiraciones. Y así, con este conocimiento, convertimos nuestros hallazgos en ideas creativas, campañas que hablan el lenguaje de quienes viven entre culturas, entre fronteras y entre metas de vida. Tijuana, con su alma resiliente y su capacidad de reinvención, es un reflejo del México que nos mueve a crear con propósito y a comunicar sin fronteras.