Transformación de empresas sin previsión
Por: Dr. Alberto Del Arco Ortiz*
Hoy nos encontramos ante una situación nunca antes vista en la historia reciente de la humanidad, una crisis sin precedente, que en el ámbito organizacional ha venido a cambiar radicalmente los procesos y formas de trabajo. El término “nueva realidad” es mas que acertado y a través de él, hemos sido testigos de la aparición de nuevos esquemas de trabajo, nuevas condiciones y, sobre todo, nuevas formas de relacionarnos como seres humanos.
Son tiempos álgidos y complejos derivados de lo que se conoce como la “doble disrupción” causada por un lado por la Cuarta Revolución Industrial y, por el otro, por los efectos de la pandemia Covid-19 que vino a ser una especie de catalizador que provocó una reacción potencializada, teniendo afectaciones en todos los ámbitos humanos, por lo que es necesario, bajo esta óptica, tratar de lograr la mejor y mas rápida adaptación a dichas condiciones.
Por otro lado, el aspecto anímico es uno de los ámbitos que mayores consecuencias está generando, ya que a la gran mayoría de nosotros no nos dio tiempo de asimilar lo que estaba sucediendo, casi de forma inmediata tuvimos que adaptarnos a nuevos esquemas y sin darnos cuenta se empezarona a presentar problemas de ansiedad, depresión, estrés e irritabilidad, producto de esta “nueva realidad” que fusionó los escenarios laborales y familiares.
Dentro de esta vorágine de cambios hay algo que ha resultado muy dañino y que ha contribuido fuertemente al deterioro emocional y es el “efecto de disponibilidad permanente”, que consiste en la falsa sensación del empleado de tener que estar disponible a cualquier hora que se le requiera, se han vuelto poco claros los límites horarios entre el trabajo y el tiempo personal, aumentando con esto los niveles de estrés personal.
Por si esto fuera poco, las personas ahora deben preocuparse también por evitar que se ensanche la brecha entre las competencias laborales que se requerian antes y las que se necesitan ahora en la “nueva realidad”. Estas tienen que ver con el desarrollo de una serie de habilidades diversas que se pueden agrupar en tres áreas: 1) Habilidades sociales 2) Habilidades tecnológicas y 3) Habilidades resolutivas.
Para los estudiosos del Desarrollo Organizacional, esto representa un amplio campo de acción donde sus propuestas pueden ser determinantes para facilitar esta trancisión teniendo siempre en mente el mejorar la salud de las organizaciones con acciones estratégicas, innovadoras y creativas en los niveles individual, grupal y organizacional a fin de procurar continuar con los niveles de productividad de las empresas, sin sacrificar la calidad de vida de las personas.
Este y otros temas serán parte del Foro Iberoamericano de Desarrollo Organizacional 2021: La Nueva Era de los Resultados, que se llevará a cabo los días 20, 21 y 22 de septiembre, y del que NEO es aliado estratégico.
(*) El autor Consultor e investigador en Desarrollo Organizacional