4 razones por las que usamos el diminutivo en México
El diminutivo en México forma parte de un lenguaje que se siente propio pues refleja lo que es importante para su sociedad. Este fenómeno lingüístico debe preservarse para mantener la riqueza y raíces de su existencia.
Con motivo del día del niño, el equipo de lingüistas en Babbel, se dieron a la tarea de revisar el uso de los diminutivos en el idioma español que se habla en México, rendir tributo a estos términos y hacer un llamado a preservar este fenómeno de la lengua.
México tiene un uso del español muy peculiar. El uso del lenguaje cargado de diminutivos, es decir, de nombrar algo con su versión más pequeña o “de cariño”, añadiendo las terminaciones más frecuentemente usadas como “ito”, “ita” o a veces “illo”, “ino”, “uco” e “ico”, sin duda causa curiosidad.
Babbel te cuenta 4 datos curiosos de los diminutivos:
Denotan cercanía comunicativa y mayor confianza en la conversación
El uso tan cotidiano de los diminutivos permite una disminución física real cuando algo hace referencia a niños o “peques”, pero también resulta en la disminución o eliminación de la distancia comunicativa, lo que nos hace expresar mayor afecto y tono de confianza, denotando amabilidad y cariño casi infantil.
Una necesidad en la Nueva España
Algunos estudiosos señalan que el uso de tantos diminutivos puede ser un vicio proveniente de la dominación española durante la Colonia. Pero estas teorías pueden no ser ciertas, ya que muchas expresiones del español mexicano no reflejan sometimiento o timidez frente a quien se habla.
Herencia del náhuatl
La idea más aterrizada es que el uso de tantos diminutivos, provienen realmente de la herencia del idioma náhuatl, azteca o mexica, que es rico en diminutivos, pues los hay de diversas clases y con diferentes significados, según el sufijo secundario con el cual se sustituye el primario o formativo del vocablo en la palabra.
Amor por los diminutivos a un nivel extremo
Desde cosas comunes, nombres propios y de famosos (Luisito, Amandititita), lugares o pueblos (Gonzalitos), monumentos (El Caballito), adverbios (adiosito, por favorcito), etc.