Enfrentan mujeres grave desventaja laboral
En el primer año de pandemia se redujo en más de 2 millones el número de mujeres con un trabajo remunerado.
Ciudad de México, 27 de mayo de 2022 – El "Boletín de Movilidad Social en el Mercado de Trabajo", del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), examina la movilidad laboral de hombres y mujeres desde 2006 hasta el presente. Se analiza la situación antes de la pandemia, los efectos de la misma y la recuperación en los últimos meses de 2021.
El documento indica que la mayor desventaja de las mujeres para su movilidad laboral es pasar del trabajo en el hogar, el desempleo o las tareas no remuneradas a tener un empleo remunerado, esto en los dos últimos años de pandemia.
De igual manera, muestra que la baja participación de las mujeres en actividades remuneradas se asocia con el elevado trabajo de cuidados que realizan dentro y fuera del hogar, lo que las mantiene fuera de la Población Económicamente Activa (PEA) o en trabajos de baja remuneración y limitadas posibilidades de desarrollo laboral.
Por otra parte, en el cuarto trimestre de 2019, la Población Económicamente Activa era de alrededor de 22.2 millones de mujeres y 35.1 millones de hombres. Cayó drásticamente a 18 millones de mujeres y 30.4 millones de hombres para el segundo trimestre de 2020, y regreso a 22.7 millones de mujeres y 35.2 millones de hombres al segundo trimestre de 2021.
La pandemia trajo como consecuencia un agravamiento de la desventaja inicial de las mujeres en el mercado de trabajo, así como también amplió la desigualdad en salud, ya que para el primer trimestre de 2020, el 28.6% de los hombres mantenía acceso a los servicios de salud ligados a un empleo, mientras la cifra para las mujeres era de 17.8%.
"Por muchos años, las colectivas y otras organizaciones conscientes de esta problemática han impulsado un cambio que se traduzca en instituciones del estado mexicano que actúen para romper con estás barreras añadidas a la movilidad social de las mujeres. Entre ellas, la creación y consolidación de un sistema nacional de cuidados, así como la instrumentación por parte de las empresas de esquema de flexibilidad laboral sin menoscabo de opciones de trayectoria y acceso laboral, resultan claves". Roberto Vélez, Director Ejecutivo del CEYY.
En este sentido, en el boletín se destaca que es indispensable recuperar las políticas que alivian está carga, como las estancias infantiles o las escuelas de tiempo completo. Es necesario contruir un Sistema Nacional de Cuidados que ataque integralmente el problema como parte de una protección social universal.
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