La Esperanza, de Iztapalapa a la República Mexicana

 

Las consideradas boutiques, de pan artesanal La Esperanza dieron a conocer que este 6 de junio falleció Francisco Juampérez, uno de los fundadores de Pastelerías Esperanza, cuya historia estuvo presente en este negocio de panificación de casi de medio siglo.

 

La Esperanza, de Iztapalapa a la República Mexicana
Falleció Francisco Juampérez, uno de los fundadores de Pastelerías Esperanza

 

En 1975, los hermanos Pedro y Francisco Juampérez comenzaron a vender pan artesanal, el cual se convirtió en el preferido de los vecinos de  la colonia Escuadrón 201, de la alcaldía Iztapalapa de CDMX.

 

"Con 47 años al frente de la empresa familiar, el Sr. Juampérez logró establecer su negocio, dejando en su legado más de 100 sucursales distribuidas a lo largo de la República Mexicana", indicó el comunicado.

 

El nombre Panificadora La Esperanza se lo otorgó por la esperanza que el negocio dio a la manutención de las familias, y en homenaje a la esposa del propietario del primer local. La Esperanza se diferenció de su competencia y logró escalar gracias a una serie de elementos que la diferenciaron de su competencia y le permitieron transformarse de un comerciante local a un corporativo líder en su ramo. 

 

Su modelo de negocio estuvo diseñado para ser escalable, pues contaba con una gran variedad de productos que atraía a un gran número de clientes. El problema fue cuando su variedad hizo que sobrara mucho pan. Por lo que ante este escenario decidieron solo vender productos frescos hechos al día, aún si esto implicaba mayor riesgo económico para ellos, y mayor desabastecimiento para sus clientes. Así emerge su promesa de marca: “Productos artesanales, frescos y recién horneados los siete días de la semana”.

 

Otro elemento diferenciador fue su imagen corporativa. Se preocuparon por tener instalaciones modernas, limpias y uniformar a todo su personal. Entonces se diferenciaron aún más de sus competidores no sólo por su producto, también por su imagen; lo que les brindó una congruencia empresarial completa.

 

La empresa decidió conservar el mismo sabor y los mismos productos: las materias primas que utilizan son las mismas en todas sus elaboraciones y cuentan con un catálogo que replican en sus sucursales.

 

Para el 2005 se asoció con Pastelerama, oportunidad que le permitió aperturar 35 sucursales. En el 2006 se inauguró el Centro de Innovación y Capacitación Continua (CICC), ahora conocida como Esperanza Academy, una iniciativa para que sus colaboradores reciban una capacitación constante en cada proceso que es requerido dentro de los puntos de venta, volviendo la experiencia del consumidor un factor importante y cuidando que la calidad que se ofrece en cada pieza de pan, también se refleje en la imagen de sus colaboradores.

 

Los dueños aprovecharon su éxito para ampliar su mercado además de panes y pasteles con las marcas La Esperanza, lanzaron una nueva marca de bollería europea Bone Pane, y comenzaron a ofrecer diversas opciones de alimentos como la venta de pollo rostizado. Decisión que les permitió abrir 44 sucursales  de Rosticerías Santo Gallo, independientes a las pastelerías y panaderías.Y tienen una marca de agua embotellada que la empresa comercializa en sus rosticerías. 

 

Tienen la panificadora industrial Blé, ubicada en Tecámac, donde se fabrican los productos con una larga vida en anaquel como pan de caja, galletas, chocolates, harina para hot cakes, etc. y está la purificadora de agua Alyera, su marca de leche y harina para hot cakes.

 

Aunque las panaderías ya se podían encontrar por toda la ciudad, (cuentan con 115 sucursales aproximadamente en Edomex, Puebla, Guadalajara, Hidalgo, Morelos, Tijuana, Cancún y Querétaro).  

 

La Esperanza no había apostado por zonas o colonias de mayor plusvalía o con clientes de alto nivel adquisitivo, por tal razón apostaron por incursionar con una panadería gourmet. Su departamento de planeación y marketing decidió cambiar el logotipo y la panadería sufrió un cambio de imagen para lucir un estilo más europeo. La sucursal resultó ser todo un éxito pues ya alistan cinco nuevas sucursales de este tipo en otras colonias además de en Polanco, como Bosques de las Lomas, Pedregal, Tecamachalco, Las Lomas e Interlomas.

 

El día de ayer, Grupo Esperanza confirmó el deceso de Francisco Javier Juampérez Barberena, fundador de Pastelerías Esperanza, que a los 47 años de haberla fundado, logró establecer un negocio que ahora factura aprox. MN$800 millones al año,  y es la panadería artesanal con mayor presencia, crecimiento y variedad en México.

 

Los colaboradores de Grupo Esperanza, se unen al dolor de su familia y externan sus condolencias, al igual que nuestro medio de comunicación. Q.E.P.D.

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